martes, 10 de mayo de 2011

Indy Siracusa Jones



Era una niña con inquietudes diferentes a las de todas las demás. Mientras las princesas jugaban con sus muñecas, esta rareza del destino descubría mundos paralelos a través de la lectura. Nadie le revisaba ni vigilaba las letras que caían en sus manos, lo mismo leía la Lechería que Las Poquianchis, Mujercitas o Diario Corazón de un Niño. No había con quien comentar lo leído, muchas dudas y pensamientos germinaban en su loca cabecita.
Siempre había odiado los Domingos,  la música del vendedor de helados y el programa Acción, con esa voz tan odiosa que aun cuando la escucha, le dan ganas de soltarle dos o tres balazos. Un día de estos nefastos, en que Siracusita entró a la habitación de su tío, él la invitó a participar en un juego que a nadie tendría que contarle….ah no, eso fue un alucín producido por tanto chocolate. Ya enserio, la niña entró y el tío estaba viendo una película que se antojaba interesante, sin que la invitaran a sentarse, se acomodó en la cama, se quedó quieta, inmóvil, casi invisible.
Esta película, se desarrollaba en medio de la segunda guerra mundial con un Indiana tan sexy y guapo, manejando el látigo con toda arte y maestría (uff) buscando el Santo Grial y descifrando códigos, utilizando todo su conocimiento, luchando contra mil gentes. Siracusita al borde de la cama, sudando como si fuera el mismísimo protagonista. En su mente se imaginaba haciendo lo mismo, en algún lugar lejano de la tierra, acompañada de huesos y restos antiguos. En medio del desierto entre momias y papiros, cruzando valles, montañas, ciudades, viajando en tren, avión, barco o a caballo. Y si a esto sumamos, la influencia de su seño de primaria, tenemos que la niña se dijo a sí misma que estudiaría arqueología, paleontología o historia, que cruzaría alguna de esas puertas que la llevarían a ese mundo que parecía posible.
Nuestra extraña amiga fue creciendo y con el paso del tiempo llegó el momento de ingresar a la universidad, había perdido de vista el objetivo que se había trazado a los 10 años y su primera opción fue estomatología, pero como se había dedicado a la vagancia en la prepa y al desmadre profesional fue rechazada. La segunda opción estaba entre elegir Historia o Lingüística, así, que los chismes del pasado le ganaron a las letras puesto que mientras estaba en algún bar con una de sus brujiamigas, tratando de solucionar el dilema, empezó la película de Indy. Más claro, ¡imposible!
 Quizá aún no ha llegado al África, pero si se ha dado alguna que otra vuelta por rumbos más cercanos, en avión, en carro, de  mochilazo, en caballo o a pie. Ha subido y bajado por algunas pirámides, aprendió paleografía, iconografía y como trabajar con documentos antiguos, se ha encontrado algunos tesoros como edictos de libros prohibidos emitidos por la Inquisición, algunas figurillas prehispánicas y el acta perdida de la fundación de un pueblo olvidado. Todo resguardado y debidamente inventariado para no dejar a la gente sin su historia y sin sus creaciones. Ah y no olvidemos que Indy también le daba a la malaeducación.
A nuestra pequeña amiga no le cambió la vida esta película, concuerdo en que solo te puede dar un panorama cercano a diversas realidades, y más bien le dio la oportunidad de pensar en que sus imaginaciones podían ser algo cercanas a la ficción ¿O es al revés?

Pero algo que si aprendió Siracusa, fue a utilizar el látigo. ¿Te animas?

11 comentarios:

la MaLquEridA dijo...

Jejeje me gustó tu escrito porque me imaginé cuando dijiste que tu tío te invitó a participar en un juego jaja.

¿La lechería?, nunca la leí jaja Las Poquianchis si, tengo el libro pero si era fuerte para una niña.
Siento que divagaste un poco pero al final entendí el contexto.

No quisiera ver cómo utilizas el látigo, gracias jeje.

Saludines.

NTQVCA dijo...

Pues creo que Siracusa descubrió su lado sadico que bastante bueno fué; me enamoré de ese Indiana Jones también y si, concuerdo en que no te cambió la vida, pero si te enseño por donde estaba el camino amarillo.

Leinad dijo...

Un relato muy ameno, me gusto, saludos

Vergónides de Coock dijo...

AZÓTAME.

Leinad dijo...

Una frase sádica, un buen final...

Dr. Gonzo dijo...

Biográficolúdicosádico. Me gusta.

Unknown dijo...

A lo que si me animo es a leerlo varias veces.
Es ameno y hasta un poco cómico el modo en que desarrollaste la idea.
Y pues eso es lo más que puede llegar a hacer una película, ampliar el panorama de quien la ve.

Capitan TINTASANGRE dijo...

Indiana Jones era la onda, exagerada y todo.
le dio un vuelco a carreras que ni se conocian.
y no dudo que a muchos les gustara seguir los pasos de Indi. asi como ahora hay muchos morritos estudiando criminalistica y cosas asi gracias a SCI, BONES o MENTES CRIMINALES. jajaja.

sin embargo a veces si te pone en el camino o te ayuda a descubrir tu vocacion o gusto.
si no hubieras visto a "Indiana rana" como sabrias que lo tuyo era el latigo...

Ros dijo...

Tu relato me arrancó varias sonrisas y me hizo regresar a la infancia, yo también odié Acción.

Alejandro Aguilar dijo...

Buen historia del porque escogiste un hobbie como la historia. =)



DarkAngel

Siracusa dijo...

Malquerida: claro que fue un texto fuerte para mi edad y quiza sea el motivo de algunos traumas que aun no termino de sacar en el psicoanalisis....

NTQVCA: eso del lado sádico lo borre y escribí varias veces jajaja no me decidía y la verdad aun veo a Indiana y puedo derretirme jejeje

Leinad: =) gracias!!! frase loca producto de tanta lectura extraña jajaja

OJT: Ya dijiste!!! jajajaja no es cierto!!! hace mucho abandone el látigo.

DR. Gonzo: Yeahhh!!!! gracias!!

Pherro: gracias y si me dio un panorama distinto =)

Capitan Tintasangre: super exagerada!!! y oncuerdo contigo, finalmente el medio te condiciona...y de no haberlo visto, como dices,la vocacion es la vocacion...y el latigo es lo mio!!! jajajajaja

Ros: la infancia una de las mejores etapas de mi vida y matemos al tipejo ese!! jeje

Dark Angel: te espero en la casa con el latigo listo para castigarte por decir eso y más públicamente!!! jajaja :D