jueves, 26 de mayo de 2011

La monja.

El látigo de cinco puntas azotaba la espalda blanca como la nieve abriendo surcos, dejando salir la sangre que se detenía en el hábito caído a la cintura, la túnica pronto se vistió de rojo, rojo sangre de monja pecadora acosada por placeres insanos.

La claraboya del techo asegurada con una cruz de hierro forjado dejaba pasar la luz de la luna haciendo que su sombra se posara en la almohada dura de la cama. En las largas noches de soledad la cruz cubría su cara como protegiéndola de los pensamientos mundanos que últimamente la acosaban.

Los días monótonos entre cantos, rezos y loas habían quedado atrás, días en que haciendo tanto calor descubrió que bajo los hábitos de monja pura se encontraba una mujer, una mujer que había errado el camino a la gloria.

Sucedió una noche en que el calor intenso no daba tregua, el paseo por los jardines del convento no habían cumplido el cometido de serenarla, la luna llena ejercía un raro hechizo sobre su cuerpo haciendo que lenguas de fuego la quemaran por dentro.
Subió a la celda quitándose con mucho cuidado los hábitos que depositó en la silla huérfana del cuarto, la cama de tablones y el reclinatorio frente a una cruz eran el único mobiliario de la celda en la que dormía hace ya muchos años.

Acostándose, sintiendo desfallecer dejó reposar la cabeza sobre la almohada inmune a sueños de amor, al parecer una ola de calor estaba azotando la zona, ni siendo hijas de dios las monjas se libraban del calor intenso.
Limpiando el sudor que adornaba su frente bajó la mano que sin malicia tocó uno de los senos virginales haciendo que despertaran de inmediato los palomos dormidos bajo la túnica blanca. Un calor extraño viajó por todo su cuerpo posándose en el bajo vientre haciendo que una punzada la despertara de su letargo, con la otra mano tocó la zona prohibida tratando de calmar la desazón que se había apoderado de ella. Rozó el pubis parte inmaculada limpia de caricias y deseos, sintió un desconocido placer dejando que sus dedos hurgaran sus adentros haciendo que el corazón se le subiera a la garganta. Lejos de arrepentirse inició un vaivén frenético con gemidos que empezaron a escapar de su boca deteniéndolos al morder el puño de su mano libre.

Se revolcaba en la dura cama sin tratar de detener el clímax que se veía venir disfrutándolo, sintiendo como una humedad diferente invadía su cuerpo, abrió los ojos en el momento de máximo placer viendo la cruz en el techo que le recordó haber jurado ser pura para entregarse al señor y ya no le importó nada.
Su mano viajó rápidamente hasta llegar a los límites de la muerte ahogando un grito en la almohada con la cruz reflejada, con la cara roja y los ojos en blanco tocó por primera vez el placer de la autocomplacencia.

Así habían pasado muchas noches sin arrepentirse de que sus manos buscaran orgasmos escondidos en el cuerpo virgen saliendo sin control como adolescente abriendo los ojos a la vida  pero ya no podía seguir así, los azotes dados a su nívea espalda no calmaban la furia desconocida que llegaba todas las noches a posarse en su cuerpo haciendo que para calmarlo buscara autoflagelarse y no por arrepentimiento sino porque quería que la lujuria no la abandonara nunca, no después de haberla probado.

Así sin más, un mal día desapareció del convento dejando doblados los hábitos sobre la almohada con la cruz iluminada por el cuarto menguante de una luna cómplice, en el convento nada volvieron a saber de ella, intuían que se había escapado buscando una mejor vida.

Jamás volvieron a saber de ella, pero en el pueblo se rumoraba la llegada de una mujer con piel blanca como la luna a la célebre casa de citas del lugar, los hombres hablaban de ella como la más profesional habida nunca en el pueblo y las mujeres... las mujeres querían ser como ella.

La monja jamás se arrepintió de haberle dado un giro a su vida, el sexo descubierto con sus manos entre sábanas blancas le habían hecho encontrar la profesión a la que había sido mandada a este mundo, elegir ser puta era lo mejor que le habría sucedido después de ser virgen por mucho tiempo.

Entre el cielo y el infierno había elegido el infierno porque ahí era como quería ser: la mejor, disfrutando los placeres carnales, probando bocas de decenas de hombres que con sonrisa satisfecha dejaban el lugar jurando volver al infierno que ella había escogido.


















19 comentarios:

MauVenom dijo...

Arrepentirse es bueno si sirve para cambiar. El que de nada se arrepiente no tiene consciencia. Pero ningún caso hay en ahogarse en ese invento que llamamos culpa, el punto está en usarlo para crecer y convertirse en un ser satisfecho y creativo logrando una mejor relación con el entorno.

Beso

Unknown dijo...

Te desconicí Malque, pues lo leí de principio a fin y hasta terminarlo vi tu etiqueta. Tallereando: "se rumoraba la llegada de una mujer con piel blanca como la luna que había llegado", la falta de una coma y un sinónimo para evitar la redundancia, aunque no se pierde el sentido den el párrafo.
Te estás haciendo especialista en este tipo de relatos.

Siracusa dijo...

Orale!! que va con esa monja que viajó de un extremo al otro. Nunca es tarde para cambiar de profesión si por diversos motivos habias elegido algo que no iba contigo.

buena vibra!! :D

Dr. Gonzo dijo...

Es interesante el hecho de que yo para la literatura erótica soy una papa enterrada. Quizá porque me hice la idea de que sólo es una excusa intelectual para una chaqueta, quizá sea por otras cosas. Las imágenes sacrílegas son mis fieles amigas desde la adolescencia y ahora logran poco impacto en mi persona... en fin, debería ser un escrito que no me estimulara gran cosa por sus elementos dominantes, pero aquí tienes que me mantuvo interesado de principio a fin. Es una historia sencilla pero sólida, muy bien escrita, dos tres puntos o comas que no te quitan interés o secuencia y bueno, los elementos como "...sintió un desconocido placer dejando que sus dedos hurgaran sus adentros haciendo que el corazón se le subiera a la garganta." son realmente estimulantes para la imaginación.

Unknown dijo...

cielos e infiernos, cada quien tiene el suyo..bellisimo mi querida malquerida!

Leinad dijo...

Su relato me gustó, y justamente el señor Gonzo me ganó la frase que me encantó, que me brincó en cuanto la leí, y al igual también concuerdo que fue una lectura estimulante, muy bien narrada, sin elementos innecesarios nos llevas directo al universo de tu escrito, mostrando esa dualidad en el mundo como Herman Hesse lo expone en Demian: un mundo claro y pulcro, y el mundo oscuro lo negativo, el lugar de los deseos...no siempre lo que se dice "correcto" funciona igual con todos, un gusto el leerla.

DRACO dijo...

creo que el infierno se quedó en el convento y que la ex monja está viviendo en el paraíso de los placeres, y ganando (monetariamente hablando) por ello. saludos.

actvservidor dijo...

"(...) un mal día desapareció del convento", dices. Yo lo creo que no. Que total, el Dios sabio sabrá comprender. Y si no, ya está, ya lo hizo y no hay marcha atrás.

Respecto a tu estilo, mi Malque, me ha encantado tu nuevo —para mí— cuidado de la puntuación. Lo demás es como dijera Ribeyro: (los cortos) se esriben para poder leerlos de un tirón, y poder contarlos.

saluos!!

Ros dijo...

Qué rico leer algo así. De verdad que tus palabras prenden al hielo, XD.

Admiro tu capacidad para describir lugares, personas, momentos... haces que volemos.

En: Así sin más, un mal día desapareció del...
Yo le quitaría el 'mal', pues para todos fue lo mejor.

Saludos, Malque.

NTQVCA dijo...

¡Malque! te mando abrazo porque noto diferencía entre esto que has escrito y lo que subes normalmente a tu blog; yo leí hasta el final y no encontraba donde estuvo el arrepentimiento porque después de todo le fue re bien, hasta que finalmente pensé: Ah!

maldito desgraciado dijo...

Como que aquí en este blog semos más "profesionales" (bueno, al menos creo que yo pulo un poquito más lo que escribo), coincido con NTQVCA aquí te la bañaste XD
Creo que las monjas y los psicólogos son los seres más reprimidos que existen.

malaschambas dijo...

Vuelo , en la tonada suave de los amados encuentros, con las alas plenas de incesante momento, cada hora en cada dia adornandose de nuevo, en el pasar de las caricias entre cantos y deseos..........muy bello, con la intensa entrega de los besos en sereno, llevandose la noche fria al acariciante destello, inquieto, excelso..........bella inspiracion de los sentidos llenos y amorosos de mujer.

Humberto Dib dijo...

Sinceramente, Malque, me has sorprendido, jamás habría dicho que este texto era tuyo, no digo que sea peor o mejor que los que leo en tu blog, digo que es diferente... y que me gustó.
¿Será como el caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde?
Un gran cariño.
Humberto.

destroyer!!! dijo...

a jijo!!! me dio calor!!!

muy a la marquès de sade (menos denso pero igual de candentoso)...

a fin de cuentas, uno hace y se dedica para lo q uno es bueno y no siempre para lo que uno quiere...

Capitan TINTASANGRE dijo...

Malque...su escrito ha hecho sudar mi imaginacion.

candente, sensual y poderoso...pero muy femenino.

quiza eso eso es lo mas disfrutable que en el captas ese despertar sexual y sensual...sin las vulgaridades o recursos masculinos que normalmente acompañan la literatura erotica.

y como dijo aquel...."Santifiquemos a las putas"
amen.

Alejandro Aguilar dijo...

No agregaria nada a lo que se ha venido comentando. Simplemente un excelente relato, aunque para mi, ni si quiera se acercó a lo erotico, pero bueno cada quien tiene sus ideas de que es que o por que.


Saludos mujer.




...Dark Angel...

pinchesendic dijo...

Por mucho una de las mejores historias de la semana, muchas felicidades. Esa historia me prendió y bueno con permisito que necesito un baño para que se me turbe más la cabeza.

Aline Suárez del Real dijo...

Genial historia y la forma en la que lo estructuraste me pareció original para hablar del tema. Tallereando, sólo reafirmo lo que dijo Ros, lo de quitar el "mal día".

Madame dijo...

mi malque... no mas me imagine que la pobre acabo con alguna ETS.. chin........ pero bueno... estos cambios son esperados de los que se los priva de algo se disparan como locos... todo en exceso es malo...
besos y abrazos Malque, nos estamos leyendo...