domingo, 26 de junio de 2011

Mas alla de Tintasangre



Apenas y recuerdo el dolor que sentí esa noche cuando la daga abrió mi vientre,  cuando giré y vi como corrían todos a rodearme, tratando de ayudarme. Pero ya no era yo.
Quise gritar pero nadie me escuchaba, el padre Mateo se arrodilló a mi lado –al de mi cuerpo, quiero decir– y rezó por mi descanso. Me acerqué y  miré con espanto mi rostro, por primera vez me vi tal cual era y me horroricé al contemplar al demonio que había sido.
A lo lejos, una sombra me llamaba pero yo no quería ir, me resistía y trataba de regresar a mi cuerpo, para levantarme y empezar de nuevo. Ser un hombre bueno esta vez. Fue inútil.
Entonces miré a algunos de mis hombres que lloraban en silencio, culpaban a Ruth de mi muerte. Querían matarla también. Cobrar venganza en la pobre mulata que asustada se refugiaba junto a Mateo y Rodrigo de Trajano, el alférez, ahora con mi muerte ascendido a Capitán.
-Alto –gritó Rodrigo–, desde este instante Ruth estará en la tripulación. La prepararemos y protegeremos para que ella siga los pasos de su padre.  
Todos se quedaron sorprendidos ante tal revelación, sobre todo Ruth que no entendía lo que pasaba.
-Finalmente –el Capitán Rodrigo explicó– Ruth es hija de nuestro Capitán Tintasangre, ocultarlo fue la única manera de protegerla, yo le prometí que si algo le pasaba velaría por ella y la traería al Quimera para convertirla en una gran pirata, para seguir con el legado y leyenda de Tintasangre  –tomó su cuchillo y se cortó en la palma de la mano, con el rojo liquido derramado sobre mi cadáver refrendó esa promesa, todos siguieron su ejemplo jurándole lealtad a él y a Ruth.
-No Rodrigo –le supliqué en vano– por favor rompe la promesa que me hiciste. No le cuentes la verdad, no la subas al Quimera, no la marques con mi nombre que es lo único que la ha mantenido a salvo de mis enemigos.
De repente, a lo lejos oí un trueno y una grieta se abrió en el suelo.  Era mi destino y mi juicio. Sin poder evitarlo me dirigí hacia allá. Pero no podía dejar a Ruth, no ahora que sabía que era hija de Tintasangre.  Y fiel a mi conducta de marrullero pirata, me aferré a mis deseos: escapé.
¿Cuánto tiempo ha pasado? No lo sé, mucho o poco, no importa ya.  Me convertí en un viejo fantasma demasiado arrepentido para el infierno y demasiado culpable para el cielo.
Un fantasma que recorre Duarte noche a noche; que en su castigo ha visto nacer y morir a muchas generaciones de su propia estirpe, sin poder hacer nada.  Sin poder protegerlos, sin hablarles, sin ser visto.
Sólo cuando un Tintasangre está a punto de morir, es cuando al final voy por  ellos y los traigo a morar a este pueblo de mármol blanco para que estén a mi lado, hasta que logremos ser perdonados.

11 comentarios:

la MaLquEridA dijo...

El fantasma del capitán queriendo poner a salvo a su hija, no imaginé que Tintasangre tuviera sentimientos y menos una hija.

Pherro dijo...

Ese recurso de la hija que se revela sorpresivamente en la historia, la verdad, a mí, se me hace muy telenovelero. Cuando llegué a ese punto, sentí como si te viera decapitar tu texto, Capi.

Capitan TINTASANGRE dijo...

Malquerida, pherro. cuando hize el esbozo de tintasangre y su historia, necesitaba razones y corazon.
por eso la muerte del capitan quedaba con ese hueco, para Ruth. por quien murio.
de alguna forma el mapa de vida de tinta sangre ya esta escrito.
y solo falta que el tema de la semana me permita contarles estas partes que aun faltan.

Ros dijo...

Quizá lo de la hija no es la mejor idea, pero la forma en que narró la historia me gustó. Las oraciones muy cortas entre oraciones muy largas refrescan el texto. Esa parte de 'me aferré a mis deseos: escapé' me parece buenísima. Disfruto mucho el aire con que impregna sus textos.

Vergónides de Coock dijo...

Me gustó sobretodo el final, esa especie de limbo donde los Tintasangre llegan después de su actuación en el teatro del mundo.

Dr. Gonzo dijo...

Comparto la idea de Pherro, me pareció escuchar música dramática y close ups gachos cuando sonó lo de la hija. Creo que lo había dicho antes, a veces es estereotípico o manido el recurso que utiliza el Capi, pero la forma en que lo plantea, me gusta. Aquí rescato ese aire de desesperación del Capitán que llega a sonar hasta poético. El final está rompe madres.

Aline Suárez del Real dijo...

Buen final, me gustó para explicar la existencia y la razón de un fantasma. A mi no me pareció telenovelesco porque tampoco esta muy clavado en esa escena, quizá es desconcertante, pero el recurso no me pareció tan malo porque como dices, necesitaba corazón y una razón.
En cuanto a la estructura, está interesante esto de enunciados cortos para rematar los largos y los párrafos cortos, pero ( y creo que es algo personal) no me cuadra ese estilo con temas de este tipo, pero es solo eso, una opinión, no tengo ninguna base para sustentarlo, mas que mi mero gusto.

Siracusa dijo...

Me encantan tus historias de pirata y sobre todo lavar el honor de Ruth!!!! no deje de escribir sobre piratas porfis.


Buena vibra!!!!!!!

Pinchesendic dijo...

La historia de tinta sangre es muy buena, los piratas también son seres humanos, que como la mayoría en el umbral de la muerte, reconocen sus errores y quieren enmendarlos sin resultado alguno, Como dice un poeta y don Juanito, el señor locutor que graba los comerciales de una florería, en la estación de radio que trabajo, en vida, hermano en vida. jajaja

Leinad dijo...

Siempre sus textos tienen elocuencia y lo llevan en un par de palabras al interior de su historia casi podiendo ser testigo presencial de lo que se cuenta, quizá a manera de comentario, los recursos son los únicos que no fueron muy inovadores cayendo así en la comparativa de lo típico que se cuenta en novelas o seudonovelas televisivas, un gusto leerlo.

maldito desgraciado dijo...

Me agrada la idea de arrepentirse del infierno y de ser muy culpable para el cielo, en todo caso, quedaría rondando juntando más de las dos cosas jeje.