viernes, 15 de julio de 2011

"El astuto y el vanidoso vano"



-¡Zeus! ¿Qué es lo que has hecho, insensato?
-¡Hades! ¿Te atreves a cuestionarme? Recuerda que soy el “Padre de los dioses y los hombres”.
-Tremendo error has cometido, hermano. Ya verás el fruto de la semilla que has sembrado.
-Solamente les he dado un pequeño regalo. ¡Míralos, que felices están! Acceso a las artes y libre albedrio decidí concederle a los mortales.
-Tu sabiduría es tan grande como tu arrogancia. Cuando te des cuenta, no podrás remediarlo.
-Exageras, los humanos no son mis esclavos, no podía tenerlos siempre observando estrictos ritos, esperando fechas para implorarme dádivas y agradecerme. Fue un pequeño obsequio, por lo bien que se han portado.
-Ahora no comprendes los alcances de este “regalo”; ellos podrán decidir, eso genera duda. Además poco a poco empezarán a desobedecerte, a cuestionarte, a denostarte, junto con eso la burla y finalmente serás un recuerdo sin esplendor.
-¡Hades, fuiste tú mismo quien me aconsejo esto!
-Por supuesto, pero nunca creí que fueras tan corto de miras, Zeus.
-Obnubiló mi mente la idea de que me rindieran culto de otras maneras: esculturas, pinturas, poemas, música, todo en mi honor y para agradarme. Mis hijas, las musas, los visitan, sin que ellos se den cuenta, los animan a crear, pero bien dices, parece que no soy el único ni el principal motivo de su inspiración.
-Mira, hermano, entre ellos hay algunos muy destacados, creadores de excelsas obras, agitan y animan el pensamiento de sus congéneres; son respetados, hacen retratos y efigies de ellos, elevan poemas y cantos para celebrarlos. Otros miran hacia arriba, buscando respuestas, resuelven problemas cotidianos; despertaste su curiosidad, no podrás revertir eso. De alguna manera, aunque sean unos cuantos, lograrán ser inmortales.
-¡Oh, Hades, será esta mi decisión más equivocada! Se diluirá mi potestad a cada giro de La Tierra.
-Te dejo cavilando, hermano. Me vuelvo al inframundo, debo atender mis asuntos.

Dándole la espalda a Zeus, Hades se retira del Olimpo, con una sonrisa de maliciosa satisfacción, distorsionando su sombrío rostro. 

12 comentarios:

Pinchesendic dijo...

Muy Buena la analogía con el olimpo, porque hasta los dioses Griegos existen esos sentimientos de envidia y grandeza que pertenecen con tanto fervor a los seres humanos, ya que fueron hechos a su completa semejanza.

NTQVCA dijo...

¡Ah Chihuahua! Mi mente no estoy segura de que se haya obnubilado alguna vez.

Vergónides de Coock dijo...

Osea Hades es la raposa, por eso le dices tu misma y no tu mismo como correspondería al de amplia mirada. Avezado tu texto de la semana.

. dijo...

a jijo, que hades no era machin???... blahhhh errorcillo jaja...

era más facil que nos extinguieran antes de que les perdièramos el respeto y sus embrujos ya no nos hagan efecto...

Unknown dijo...

Disculpen el error y gracias por hacer la observación.

Ros dijo...

Me parece una narración bien hecha, bien estructuradita.
Yo no sabía el significado de la palabra DENOSTAR y me gusta mucho encontrar en textos palabras que no conozco, pues me provoca investigar. Gracias.

la MaLquEridA dijo...

Los dioses también tienen sentimientos y guardan rencores, al final son humanos con poderes no más.

D. dijo...

Es así el engaño, los hombres los crearon y no al revés. Luego los destruyeron.
Buena conversacion: algunos hombres son peores Tiranos que los dioses.
Vamos al inframundo, Pherro.

Aline Suárez del Real dijo...

Wow, genial conversación. Es un circulo ellos nos crearon para que nosotros los crearamos (solo asi podian realmente existir) y luego nos re-crearon.

Dr. Gonzo dijo...

Me gustó bastante la forma de adaptar la fábula, rsultó bastante natural.

Siracusa dijo...

Dioses o mortales finalmente presas de las mismas pasiones, me gustó tu texto, la mitología griega siempre me ha agradado y sumada con la fábula resultó muy interesante :D

maldito desgraciado dijo...

El otro día leí que cuando el hombre trabaja, dios lo respeta, pero cuando el hombre canta, dio los ama... o algo así, la neta no lo recuerdo bien, pero cuando leí tu texto me acordé de eso que no recuerdo bien.
Chido.