martes, 9 de agosto de 2011

Cronología de chaquetas mentales


10:40 am. Tenía un compromiso hasta dentro de una hora, me gusta salir con puntualidad, así esté implícito levantarme más temprano y desayunar a las carreras, pero ahora voy con tiempo de sobra. Ahí estaba recargado en una barda de la esquina aguantando el sol de la mañana esperando el camión. 
Tengo una moneda de cinco pesos que es del año 2009, y tres de un peso, una del 2010, otra del 2004 y una más del 2006, curiosamente la del 2006 es la más brillosa de todas. Pienso por cuantas manos habrán pasado esas monedas, imagino a un niño que se roba la moneda de cinco pesos del monedero de su mamá, va a la tienda y compra unos cheetos;  después yo llego a esa tienda y me la dan de cambio después de comprar una botella de agua. Empiezo a concentrarme en inventarle historias a las monedas cuando TAAAAA el sonido de un claxon de algún automovilista molesto me saca de mi concentración. Me castra que la gente use el claxon a discreción, no sé porque lo hace, tal vez a este tipo le ande mucho del baño y no se pueda aguantar más y piensa que si hace sonar a todo lo que da su bocina, logre llegar más temprano. Cagón.
10:45am. Saco de mi mochila un libro, lo tengo en la página ciento dos, empieza un  nuevo capítulo. Llevo tres líneas leídas cuando de repente llega a la esquina una muchacha guapa, lleva un pantalón de vestir negro y una blusa blanca, lleva el pelo recogido y unos enormes lentes negros que le tapan media cara, en realidad no sé si es guapa por esos lentes, pero está buena. Está hablando por teléfono, tal vez trabaje como recepcionista en un consultorio dental por la ropa que lleva. Trato de concentrarme en mi lectura pero la chica habla demasiado fuerte, está discutiendo. Es muy temprano para enojarse, tal vez esté peleando con su novio, a lo mejor tiene un novio celoso que no le permite salir con sus amigas... O igual ella es la celosa y no le permite salir con sus compas a tomarse unas cheves, sea como sea me molesta la gente que habla muy fuerte por celular. No me interesa para nada su vida ni sus problemas. No puedo seguir con la lectura y espero a que acabe de hablar, pero tarda mucho.
10:50 am. Por fin la chica termina de hablar por teléfono, voltea hacía donde me encuentro y me dedica una sonrisa, veo que tiene los dientes chuecos y descarto la idea de que trabaja en un consultorio dental. Creo que no hay nada más feo que una chica guapa con los dientes feos. 
¡Por fin! viene bajando el camión por el puente, pero viene demasiado rápido, creo que no se va a alcanzar a parar en donde nos encontramos. De repente comienzo a ver el camión volteándose de lado, los vidrios se estrellan y se escuchan gritos y rechinan las llantas de automóviles, el ruido seco del metal estrellándose en el pavimento es muy fuerte, por fin se detiene, está a unos cuantos metros de donde me encuentro, la chica de los dientes chuecos está gritando no sé qué... Saco de inmediato esa imagen de mi cabeza y veo en efecto, que el camión no se para por la velocidad que lleva. Me quedo con el brazo alzado haciéndole la parada. No hay problema, creo que puedo esperar el siguiente camión y llegar a tiempo. De todos modos tengo la idea de que sufra un accidente el camión por no haberse parado y levantarme.
10:55 am. La chica toma un taxi y se larga, me da gusto, puedo seguir con mi lectura hasta que llegue el próximo autobus. Ojeo de nuevo el libro pero pierdo rapidamente el interés, lo guardo y mejor uso mis audifonos. Está sonando una canción que ni siquiera sabía que tenía y trato de ponerle atención a lo que dice, pero de nuevo sigo sin concentrarme, ya sé cuál es el motivo: es el maldito calor de este desierto en el que vivo. Comienzo a sentir el calor atravesar mis zapatos, siento que la suela se derrite y se queda pegada a la banqueta como si fuera un chicle. Veo el pavimento a lo lejos y casi puedo ver como es que el calor deforman las figuras, como cuando se ve a través de un asador. Me doy cuenta que la temperatura empieza a aumentar demasiado, siento el calor que me pega en el rostro. Saco mi botella de agua y le doy un enorme trago. El agua me vuelve a la vida y pongo de nuevo la música. Ahora si me puedo concentrar. Pienso en el poder que tiene el agua e imagino que pasará en un futuro cuando el agua se termine, ¿habrá guerras nucleares?, ¿habrá grandes migraciones de personas?, creo que esta ciudad será de las primeras en morir cuando no haya agua, aquí llueve unas cuatro veces al año... ¿A dónde me gustaría ir a vivir? Sin duda me iría a un lugar con un buen clima, veo mis brazos que son de un color muy diferente al que es mi vientre, pareciera que pertenece a dos personas diferentes... Sin duda el agua es poderosa.
11:00 am. Viene por fin el camión que espero, no, no es un espejismo producido por el calor, puedo ver claramente como es que se acerca. 
11:25 am. Llego a mi destino, se tardó mucho en llegar el camión, demasiado. Durante el viaje se subió un señor a cantar rolas de los cadetes de linares, cantaba muy desafinado pero hizo ameno el viaje, por eso le di las tres monedas de un peso que llevaba, ojalá note que una está muy brillocita.
11:40 am. Es la hora de mi cita, pero no se ve que nadie llegue... ¡esperen! ¡nadie va a llegar! la cita es hasta mañana. Me desorienta bastante estar de vacaciones, no sé ni en qué día vivo. Aaah me empiezo a sentir muy entúpido. Mejor me voy para mi casa.
12:15 pm. Estoy una cuadra de mi casa, llego a la tienda donde compré el agua y con la moneda de cinco pesos, compro unos cheetos. Tal vez se la den de cambio al mismo niño que la llevó, o a su mamá. 
12:20 pm. Llego a mi casa. Siempre que pienso mucho, me empiezo a sentir confundido y angustiado. Mejor voy a prender la tele.


9 comentarios:

maldito desgraciado dijo...

Es buen ejercicio este de escribir como va, casi siempre escribo así en mi blog, aunque la neta me hubiera gustado seguirle en este.

Alejandro Aguilar dijo...

Pues le hubieras seguido!!! Bastante entretenido, todo lo que puede pasar en poco mas de hora y media. Ja! mejor ver tele que pensar, eso nunca falla.

Saludos!





Dark Angel

Aline Suárez del Real dijo...

Muy entretenido, me dio ternura eso de: "ojala se de cuenta que está brillosita" no sé porqué.

Siracusa dijo...

A veces tambien imagino los accidentes que pudiera tener el camión cuando no se detiene jeje me recordaste un texto titulado "la conexión" de Daniil Jarms en la parte de la moneda, el niño, los chetos y el cantante. :D

la MaLquEridA dijo...

A mi tampoco me gusta oír a la gente hablando por celular ni entre ellos porque me distraen de mis pensamientos.

No veas tele por favor, te quedarás sin neuronas je.

Saludos.

Unknown dijo...

Se siente feo desfasarse en el tiempo y los eventos, porque se aplica uno como si las cosas fuesen a suceder como uno cree que deberían pasar.
Como sea, creo que es inevitable pensar a pesar de cualquier circunstancia.
Además distrae bastante tratar de inventarle una vida a la gente que va pasando cuando estamos esperando algo.

Anónimo dijo...

Hey, te faltó "querido diario" Me sonó a una compulsión y eso me late. Vomitaste tus ideas de una forma muy correcta, jeje, eso me latió.

Dr. Pepper

. dijo...

crónica de una maldita y desgraciada mañana... muy bueno señor... jaja inche vívora jajajajaja

saludos!!!

Ros dijo...

Tu relato me entretuvo bastante, igual que Úrsula eso de "ojalá que note que una está muy brillosita" me despertó como aw,ay,aw.
Buena lecturita, me gusta como cierras.