viernes, 26 de agosto de 2011

Don Mago.



Me contó mi amigo el Barbas, de un señor, dizque mago, que anda haciendo de las suyas por algunas calles de la zona sur, allá por el rumbo del Parque Hundido.

-¡Aguas, cuando roles por allá, no te vaya a torcer!
-Pero ¿qué onda, cómo es, por qué me debo cuidar de él?
-Es un ruco, que después de hacer su truco, se acerca a algún automovilista distraído, le avienta un choro y sin que se dé cuenta el elegido, le tumba el reloj o algo que la persona traiga en la bolsa de la camisa. Por lo regular nada más se la aplica a hombres. A las mujeres les dice dos que tres piropos, es un viejo romántico.
-El choro eres tú, mi Barbas, o ¿ya te llevó al baile?
-Nel Carnal, a mi me contaron y yo te lo paso al costo. Ahora que aprendiste ya sabes, si te duermes no reclames.
-Camarón mi Barbón, luego nos topamos.
-Ya vas, Pherro.

Después escuché, de otros compañeros Taxistas, las andanzas del finísimo personaje Don Mago, quien hace su viejo truco a cambio de unos varos y algo más. Por cierto el mote no es tal, tampoco se refiere a sus habilidades como ilusionista, tiene que ver con su nombre real, el cual no mencionaré aquí, pues al susodicho le molesta sobremanera que la gente se dirija a él con “esa palabra elegida por mis padres en la pila bautismal, para darme a conocer al mundo”, dicen que dice.
Precisamente a mí me gusta trabajar por aquella zona del conocido Parque, así que no pasaron muchos días para tener la oportunidad de ver en acción al famoso Mago. Y según yo, iba bien preparado para que no me tranzara y devolverle el tiro por la culata.

Pues ahí estaba, su aspecto entero es una agresión visual, pero eso sí, muy original. Aprovechando los escasos segundos del semáforo en rojo, saca una larga tira de mascadas por su boca, luego simula tragar una espada, rápidamente con unas pelotas hace malabares, por último se acuesta en una tabla de supuestos clavos; no puedo negar que le pone velocidad al asunto, nuestro Copperfield autóctono. Todo muy revuelto, pero ese es el chiste.
A propósito lo observo, él se da cuenta y se acerca a mí.

-¡Quihubole Don Marg…!
-¿Qué paso mi chafirete ruletero? Vámonos respetando desde un principio.
-Perdón mi Mandrake de crucero, pero me han platicado tantas cosas de usted que sentí familiaridad.
-Familiaridad yo no tengo ni con mi familia, pero en fin, ¿le gustó el truco?
-Sí, muy colorido ¿pues que comió?
-Me alimento del aire, mi estimado, en el aire están los sueños, las posibilidades, la fantasía, las bellas ilusiones que son el sustento de todas las almas…
-Con razón está tan flaco.
-No me interrumpa, estaba tomando inspiración… ¿usted cree en la magia?
-Simón.
-Entonces ¿va a cooperar para la causa o nada más pasó a ver?
-Pues por ver no se paga ¿o sí? No se me enoje, mejor sígame contando eso de los sueños y la fantasía.
-Si lo que quiere es una cátedra, le sale en otro precio.
-No, mejor otro día, ahorita ando corto de luz.
-Todos dicen lo mismo, de seguro acaba de empezar a trabajar.
-¡Además de mago es adivino!
-Pa´que vea y eso no se paga con cinco varos.
-Bueno... cualquier cacahuate, pa´l chango es bueno.

Me quiero pasar de listo y le dejo ver que en la bolsa de la camisa llevo un sobre, idéntico a los usados en algunas fábricas para pagarle a los trabajadores, lo miro de reojo, le brillan los ojos, pero antes de voltearme para agarrar unas monedas, me saco el sobre y lo guardo en la guantera; de cualquier manera el sobre no traía nada.
Mientras estiro la derecha para darle la coperacha, me toma de la zurda, que colgaba sobre la portezuela y me da un fuerte apretón.

-El ilustre y noble Baden Powell decía que los verdaderos amigos se saludan con la izquierda, porque es la mano más cercana al corazón.
-¡Ah, sí! Creo que ya había escuchado eso. Tenga Don Marg… ¡perdón¡
-¡Ya váyase!, el público está impaciente, le devuelvo su chueca, pa´que pueda manejar.

Al grito de:
-¡Muévanse golfas!
-¡Luego echan novio!
y otras frases pintorescas, algunos automovilistas reclamaban su derecho de tránsito.

Me alejé de ahí pensando que le había dado una lección al Viejo.
Calles adelante, una señora me pide el servicio; en cuanto sube al Taxi me pregunta la hora.
-Son las…
¡Sorpresa! Mi reloj desapareció.
¡Carajo, Don Mago me ganó limpiamente!
Ese es el truco. 

11 comentarios:

VioletaJacaranda dijo...

Así que defeño y scout. O al menos conocedor de los últimos?

Me gustó tu historia, cuántas veces no nos hemos encontrado de esos magos desaparicionistas en las calles de esta hermosa ciudad?

A mi en lo personal nunca me ha pasado
Saludos.

Siracusa dijo...

Me gustó tu historia!! segun yo, bien manejados los diálogos, fluido tu escrito y redondo el final, aunque era de esperarse. Me hubiera gustado más que te hubiera sacado de la camisa el sobre para hacerle honor al mago tan fregon que pintaban y que el contenido fuera, tal vez, una nota con un recadito de "¿que esperabas encontrar?" o algo asi. :D

saludos!!!

Dr. Gonzo dijo...

Che viejo avilón. Ustedes lo ven chido, yo me retacho y le doblo la apuesta. Qué bueno que ni reloj uso. Me latió tu escrito Pherro, fue como una anécdota con su buen toque cotorro.

Ros dijo...

Me divertí bastante leyéndote, el lenguaje, los apodos y el toque de humor le dan un gran sabor a este texto. Transmites todo ese flowsito de un taxista del df. El final me parece muy bueno.
Oh, el parque hundido, snif, mágico lugar.

(Así que usté tiene algo de scout eh?, ya decía yo)

Ros dijo...

El final que propone Sira igual está chido, pero se me hace muy de nenas, digo, una que es jota y así, pues sí podría escribir recaditos en un sobre y toda la cosa, pero no me imagino al personaje Pherro siendo tan detalloso/recadoso escribiéndole una notita a Don Mago, jajaja.

Siracusa dijo...

jajajaja ok es mas bien alternativoo pero ps igual le puede poner otra sorpresa al estilo pherriano!!! :P

. dijo...

jejejeje el que es perico...

esos don Margaritos son jijos y sieeempre se salen con la suya por muycho que uno planee no ser llevado al baile...

la MaLquEridA dijo...

Don Margaro debía de haber hecho el truco de cambiarse de nombre, quizás en Santo Domingo puedan hacerle un acta nueva.



Saludos.

Capitan TINTASANGRE dijo...

excelente Pherro.

mas que nada la narracion de tu historia transmite vida. respira realidad y comunica historia.

pude imaginarte como una escena de Tintan "sableando" en "el rey del barrio" con ese lenguaje chilango y cosmopolita

sin duda alguna te ganaste unas "hojas de The"

pinchesendic dijo...

Pinche margarito agarrado! la verdad el persoaje que creaste con el mago está muy bueno, mucho mejor que el taxista. Las responde de todas, todas.

Fantasía psiquiátrica dijo...

Cotorro y urbano; seguro cuando estabas finalizando tu escrito el Don se solidificó en un parque tal y atoró a un incrédulo conductor cuál.
Efectivo, buen lenguaje, saludos.