martes, 1 de noviembre de 2011

Reconciliación

Si podía reconciliarse con el mundo, prometió ordenar las estrellas, hacer que los semáforos se sincronicen de vez en cuando, todos en verde; hacer que no todas las brújulas indiquen el norte y mantenerse invisible y como en un cuento, aparecer en el momento más indicado; sonreír de vez en cuando. Hacer que el toro estoque al matador y dejar que las arañas tejan su nido;  dejar que Víctor y José se amen.  Ya no pedir días largos suficientemente buenos y conformarse con la misericordia del sol en cada nuevo amanecer borracho… no mojar la ley seca. Ser un poco más justo con la vida: querer a quien lo quiere y no a quien le gusta.  Hacer público el crimen, no discriminar al hambriento cuando no le ve el hambre. Prometió dejar las noches largas de insomnio, pues acabó por comprender que la ciudad nunca duerme; escribir siempre cuando esté mal, pues cuando alguien escribe en paz, no merece la pena ser leído. Piensa en tratar de dejar de escapar al tiempo, escapar al diablo. Dejar todo por olvidar. Darle tiempo al rumor. Confiar en una sonrisa, en una cara amable, no cuidarse tanto de quien fiarse. Dejar de oler las intenciones. Entender las palabras que usa y si no es así, dejar de usarlas. No hacer lo que desee siempre a cualquier hora y frente cualquier persona, pues, acaba de comprender que la paz, está por encima de la verdad, por encima de los gustos y los caprichos, y hablando de caprichos, dejar que lo complazcan y torcer el brazo un poco de vez en cuando con sus manías. Dejarse regir por normas y leyes, pero tomar sólo lo positivo de ellas; declararse un pensador independiente. En el transcurso de su vida, logró crear una propia concepción de lo que lo rodea, de lo que era, pero su error fue de crear escuela y conseguir miles de seguidores fieles, de ahí su arrepentimiento y su nueva forma de ver la vida, su deseo de reconciliación y hasta de redención, pero ya era demasiado tarde.

7 comentarios:

Dr. Gonzo dijo...

Que hagas entrega de la información estrictamente necesaria, despersonalizada y representativa (características de la utopía)me deja muy contento al término del escrito.
Una pista gente: las cosas no sólo aparecen de la nada.

Ros dijo...

Situaciones comunes que al girarse quedan con el reverso utópico.
He quedado con sonrisa al terminar de leerte. Un texto que me fue llevando, me gustó mucho como lo narras.
Chido tu mood.

Unknown dijo...

Tal vez esa sea la mayor utopía: estar bien con uno mismo, con lo que se hace y poder hacer algo gratificante, en suma como dices, estar en paz.
Después de haberse equivocado, si queda tiempo aún, claro está, quizás se pueda lograr.

Dr. Gonzo ¿y a dónde se supone que lleva esa pista?

Augustine X dijo...

El problema es llegar al punto donde ya no hay crítica, donde la utopia se convierte en un -ismo, cuando uno se da cuenta llega la crisis y el cambio. Cierto, las cosas no sólo aparecen de la nada.
Chida reflexión. Gracias.

la MaLquEridA dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
la MaLquEridA dijo...

Bien Maldito, de un tiempo a esta parte me parece que escribes mejor cada día.

Me quedo con esto: ¨escribir siempre cuando esté mal, pues cuando alguien escribe en paz, no merece la pena ser leído¨ y no es que no merezca la pena leerse sino que no llama la atención cuando todo es felicidad.

Hay mucha razón en eso.

Saludos Fer.

Capitan TINTASANGRE dijo...

Bendito, maldito.

tus reflexiones plasmadas en este texto cuidadosamente pulido para librarlo de paja y dejando algunos puntos oscuros aqui o alla.

ha logrado ser una mezcla atrapante en esta utopia. bien hecho.