miércoles, 9 de noviembre de 2011

Swarovski




Casi lo mata. Martín permaneció aturdido varios segundos, cuando se recuperó vio lo que le había caído: una brillante esfera.
Le observó encantado, el objeto refractaba diferentes colores, miró el reflejo multiplicado de sus antenas en las caras del cristal, apenas pudo compararle con un enorme grano de azúcar pero de brillo inusual.
Sin duda, era una bendición que había caído del cielo. Sobre él. ¿Una señal?, ¿así eran las lágrimas de sus dioses?
La cargó para luego unirse a la larga fila de recolectores que en cambio llevaban migas o trozos de hierba. Algunos le miraban asombrados ‘qué gran trozo de –decían, pero no podían completar la frase–, de…”, otros, refunfuñando, le rodeaban, pues debido al gran peso del objeto, no lograba ir más rápido. Nada de esto distraía su emoción, a partir de que encontró tal forma, una sola visión se apoderó de él: su felicidad.
Por fin Martín llega a la guarida, el encargado de recibir la materia apunta mecánicamente sobre un block de notas Martín, 15:30 = un trozo de… pero antes de gritar el que sigue, sorprendido, regresa la mirada.
Rodea al objeto brillante, le olfatea sin conseguir aroma alguno. Una maraña de recolectores satura el acceso, el calor, críos chillones que por ahí juguetean, se hace el caos.
-No vuelvas más con tus extravagancias –grita el encargado, enojado por el congestionamiento en la puerta principal.
-¡Cayó del cielo! Es una bendición –responde Martín
–Entre risas– Algo ha de valer –indica burlonamente el uniformado– ve con Cirilo, seguro él te lo cambia por varios bultos de semillas.
El congestionamiento que antes asfixiaba la entrada, ahora está en torno a ellos, algunos ríen, otros levantan altivamente sus antenas. Luego van despejando la zona y vuelven a sus lugares.
Es una bendición, se repite Martín, entonces vuelve a cargar el cristal y sale de la guarida.
Pasados los días, se comenta en todo el Parque de un objeto bendito que cayó del cielo. Unas a otras hormigas transmiten y exageran los hechos.
A varios metros de la colonia en que antes habitaba, Martín construye su imperio, un túnel conduce a la habitación donde el cristal descansa sobre un nicho. Algunas hormigas comienzan a visitarle, Martín, tendido sobre una cama de hierba, las recibe.
No es el objeto sino el lugar lo que aporta divinidad: paredes cubiertas con frescos tallos, caminos de pétalos amarillos, pilas de hojas enmohecidas.
Los visitantes se sumergen en el ambiente; unos, y después otros, comienzan a llevar ofrendas al falso ente.
Una tarde, Cirilo aterriza en el lugar, -me han dicho de tu brillante roca, te ofrezco dos costales de semillas, te ajustará para el invierno.
-No –responde Martín– un Dios no se vende –y de un portazo despide al cuervo.
La Luz, como le ha llamado al recinto, cada día atrapa más a los habitantes del parque, quienes divulgan que una bendición cayó del cielo.
.

.
A dos kilómetros de La Luz, en una cafetería de la ciudad:
-Ya les falta retoque a tus uñas, amiga.
-Sí, ¿Te acuerdas cuando fuimos al Parque Hundido? Ahí se desprendió el swarovski que más me gustaba…

7 comentarios:

Unknown dijo...

Y el mito se reproduce hasta en las más diminutas formas de vida y un ser se vuelve loco y enajena a sus semejantes...
Creativa la historia, pero el final muy poco mítico, más bien cotidiano y aburrido.

Dr. Gonzo dijo...

No obstando que la metáfora pudiera ser muy atrevida, cargas con ella y con descripciones bien finas - que no pulidas - para ambientar y sumir en tu estilo una historia que se te duerme por instantes pero recula muy bien en su conclusión.

elpresley dijo...

Hoy voy a ser crítico.

Te doy las cuatro acepciones que da el diccionario de la RAE sobre la palabra "mito":

mito1.
(Del gr. μῦθος).
1. m. Narración maravillosa situada fuera del tiempo histórico y protagonizada por personajes de carácter divino o heroico. Con frecuencia interpreta el origen del mundo o grandes acontecimientos de la humanidad.
2. m. Historia ficticia o personaje literario o artístico que condensa alguna realidad humana de significación universal.
3. m. Persona o cosa rodeada de extraordinaria estima.
4. m. Persona o cosa a las que se atribuyen cualidades o excelencias que no tienen, o bien una realidad de la que carecen.

De acuerdo con esas cuatro acepciones pienso que tu relato se acerca a la 4ª acepción pero no termina de quedar muy claro las cualidades o excelencias que se le atribuyen a la esfera de swarovski para llegar a convertirla en un mito, a ella o al recinto.

Por otra parte, el relato se nota escrito apresuradamente y sin corregir.

Ejemplos:

Escribes, "Le observó encantado donde deberías poner "La observó encantado" (a la esfera) . Pones "..se comenta en todo el Parque de un objeto bendito que cayó del cielo" en vez de "...se comenta en todo el Parque que un objeto bendito cayó del cielo". Pones "Unas a otras hormigas transmiten..." donde deberías poner "Unas hormigas a otras se transmiten y...".

Ah, y no tengas miedo en poner algún punto y seguido más. Yo creo que faltan.

Bueno. Ten en cuenta que yo soy un profano en la materia y cualquier comentario mío puede ser erróneo.

Tu estilo narrativo y descriptivo siempre me enganchan y en este caso me ha resultado muy original tu fantasía hormiguera con la hormiga Martín observándose en un pedrusco de Swarovski.

Perdona el rollo. Un abrazo.

la MaLquEridA dijo...

Buena metáfora de las hormiguitas encandiladas.

Ros dijo...

Sí, Pherro, acepto que al post le faltó flow. El final lo seguiría conservando cotidiano, pero habría que trabajarlo para que no suene aburrido. Gracias.

Ajá, se me durmió, en realidad yo y mis prisas, con decirle que me tardé menos que cuando hice el post de Vomitando ideas. Debí pulirle más, pero pfff.
Agradezco su comment, Doc.

Presley, me encanta que seas crítico, tallereos así, y que te tomes el tiempo, se agradecen.
Es muy acertado tu comentario respecto que escribí con prisas: no le dediqué más de 20 minutos.
Tomaré muy en cuenta lo de plasmar las cualidades que se le atribuyen a la esfera de swarovski para llegar a convertirla en un mito, pues eso le daría más fuerza a la historia.
Tengo mis dudas en la estructuración de las oraciones y en los puntos y seguido que me comentas, pero lo checaré.
Gracias, gracias, gracias.
Abrazo de vuelta.

Malque, gracias, habrá que pulirla para que suene mejor.
=)

Siracusa dijo...

Creo que hablar de donde provenía el cristal le rompe un poco el encanto, ahi el lector podría imaginarse miles de cosas. Pero la recreación me latio!! :D

Pinchesendic dijo...

A mi fascinó la idea por que no me imaginaba que se tratara de unas hormigas, y no supe sino hastda que se mencionó lo que en realidad era. Y el final me gustó mucho para saber dos cosas, una de donde cayó y dos para mostrar que mientras para alguien una cosa puede ser casi insiginificante, para alguien más es de gran valor. Como por ejemplo los espejos de los españoles.

P.d. disculpa por comentar una semana después. Besos