En la fuente que de la capilla está enfrente, donde el agua mana y corre, de no sé dónde, lanzaré tres monedas a un plato sumergido; si atinaba a uno, un deseo por hecho daba cumplido. El sol y el águila que nunca defrauda, en el agua y el mármol se sumergió, la orilla del plato rozó y a un lado se deslizó. El primer intento falló. Con la segunda moneda hay más esperanza, pues de un caliz uno aprende y avanza, pero con ésta segunda no quería errar, si se iba fuera del plato, con la tercera era más difícil acertar. La segunda cayó fuera, más lejos aun que la primera. La tercera es la vencida, no tengo que fallar, un deseo de por medio en juego está. Qué pediré si le atino, no me importa todavía, sólo tengo que aguzar el brazo y la puntería para no irme como venía.
4 comentarios:
Este post si me gusta matarile rile ron.
Cortito pero nada, me gustó Maldito.
Chau.
Ay, con ritmito. Me gusta la idea, ignoro cómo se le llame a este tipo de textos, pero me resultó una lectura novedosa, la sentí muy trabajada, aunque en la 3ra y 4ta línea me hizo ruido tanto pretérito. Pero en general, me late el desarrollo de este ejercicio. Saludos, Maldito. =)
Con mucha rima pero es lo que le da ritmo, tu idea para desarrollar el texto me gustó...un placer leerte, saludos =)
A mi también me gustó, ¿quién no ha estado parado frente a una fuente con sus monedas a ver si la suerte le cambia? Buen ejercicio. Saludos
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