lunes, 2 de enero de 2012

Apuntes: minificción

Buen día, escribicionistas, por idea de Dr. Gonzo, y para no tener lunes y domingo en solitario, les comparto una información –que encontré en un periódico local colimense– acerca de la minificción; me pareció interesante y oportuno compartir esto con ustedes, ya que en algunas semanas más nos toca postear sobre este género. En lo personal no sé mucho del tema y leer esto me ha dado un panorama más amplio, espero que a alguien más le sirva. Saludos y buen inicio de año.

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LA MINIFICCIÓN es uno de los géneros recientemente creados por la institición literaria para nominar a un grupo de textos narrativos muy breves, configurados así desde la intención inicial del autor, no más de una cuartilla, nos dice Lauro Zavala, para simplificar la definición de este panorama textual. Antes, agrega el estudioso, ya había numerosos ejercicios de escritura breve (apuntes, notas, y otras imprecisiones genéricas), pero no encajonados en un molde específico, en una categoría fija, tanto teórica como poética y, también, editorial.
Ahora la minificción (la escritura narrativa breve) es un ejercicio consagrado en la cultura literaria actual: hay concursos, revistas y antologías que lo solicitan: 250 palabras como máximo, es decir, una página. Tales observaciones las realiza en el artículo titulado "Seis problemas para la minificción, un género del tercer milenio: Brevedad, Diversidad, Complicidad, Fractalidad, Fugacidad, Virtualidad", donde apunta:
[El] fragmento ocupa un lugar central en la escritura contemporánea. No sólo es la escritura fragmentaria sino también el ejercicio de construir una totalidad a partir de fragmentos dispersos. Esto es producto de lo que llamamos fractalidad, es decir, la idea de que un fragmento no es un detalle, sino un elemento que contiene una totalidad que merece ser descubierta y explorada por su cuenta.
Así pues, uno de los rasgos más acentuados en la escritura narrativa breve, es el acuerdo con el lector de que deberá tomar en cuenta que sólo se le proporciona una pista, una ventana por la cual tendrá que asomarse para ver el paisaje, pero no un paisaje determinado por el autor, pues el receptor también tendrá que recrear las figuras de acuerdo a los contenidos de los bagajes de su experiencia cultural. Para lo cual debe entender las pautas que le brinda el texto, pactar con el texto, porque, de no ser así, no se cumplirán los objetivos de la lectura.
También, dice Zavala, se trata de un género en diálogo con otros: ensayo y poesía. Por lo que también resulta confundible, de difícil distinción. Uno de los más emblemáticos ejercicios de este tipo, el más citado es "El dinosaurio", de Augusto Monterroso: "Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí". Leyenda. Mito literario. Cuento que, de entrada, nos recuerda el viejo motivo fantástico de lo que sale del sueño, cuestionando el ámbito real, cotidiano, donde aparentemente no sucede nada, donde todo es normal.
Lo que no sabemos es si ese dinosaurio ya estaba ahí antes del sueño, como un velador. Si es un cuento de terror, ciencia ficción o fantástico, ¿qué relación existe entre el protagonistas y el animal prehistórico? El lector decidirá con base en su propia imagen de "protagonista" y "dinosaurio"; "sueño" y "realidad", "antes" y "después", "cuento" y "literatura". El autor deja un amplio vacío que su interlocutor deberá llenar de manera que el primero tan sólo es el compositor de una nota mientras que el segundo, el ejecutante, el intérprete.
Aunque siempre sea así en la literatura, aquí hablamos de una extensión del vacío. El texto ya no es la antigua herramienta para revelar una verdad, sino que se ha convertido en un creador de dudas e incertidumbres que exigen ser respondidas, ser llenadas, por el simple hecho de que todo vacío textual succiona significados, igual que como sucede en un agujero negro en el espacio sideral.
O quizá esta reflexión tenga que ver con el hecho de que el texto no dice nada por sí mismo, pues sólo es una imagen que provoca una resonancia de verdad en el lector; es decir, la Biblia, por ejemplo, no contiene verdades que no estén antes en su lector, pues se trataría sólo de un medio para que este último recuerde la verdad que ya habita en su interior.
En el caso de Monterroso, podríamos pensar, hablamos de que el lector, en el sentido huidobriano del término, es un pequeño dios.
Se encuentra en el mismo nivel que el autor. Por su cuestionamientosmetaliterario este cuento es tan importante. Porque un lector común y corriente, o peor aún (¿o mejor?) escéptico, acostumbrado a los textos canónicos, podría preguntarse: ¿Y?
Quizá una recepción de este tipo constituya más desafiante que la propuesta misma de "El dinosaurio". O sería como darle a Monterroso una probadita de su propio chocolate. Así pues, el verdadero cuento no está en las siete palabras escritas sino más bien en lo que no dice el texto, en todo lo que oculta. Pero, ¿para qué?, ¿es una invitación a que escriba?, ¿me estás provocando?, ¿no quieres que me duerma?, ¿crees que he estudiado teoría literaria y te bendiga?, ¿piensas que soy paleontólogo y darme una ilusión anatómica frente al fósil que tengo ante mis ojos?, ¿qué pretendes? A todo esto y más nos lleva este cuento de Augusto Monterroso: ¿Para qué me sirven tus palabras?, verdaderamente, ¿qué me comunican?, y si algo me dicen, ¿para qué?, ¿me divertí leyéndote en dos segundos?, ¿piensas que no acabé de leerte?, ¿que nunca se acaban de leer tus siete prodigiosas palabras?, ¿que me quedaré ensimismado hasta que alguien real me exija que ya me salga de mi cabeza, por cuestiones de salud? No sé.
Tampoco sé si valga la pena responder estas preguntas, porque siendo sumiso haría una tesis completa, y paradójicamente, a esto se le llama, según Cortázar (y mis coetáneos), ser un lector macho, activo. No. Ayer por la noche soñé que me estaba orinando, y cuando desperté, sí tenía los calzones mojados.

Gabriel Govea
Poeta y alumno de la maestría en Letras Hispanoamericanas
de la Universidad de Colima.

2 comentarios:

maldito desgraciado dijo...

Ya con ésto no tiene barra para no hacer mi tema ò_ó jajajaja

Dr. Gonzo dijo...

Buena información, ya tenemos referentes para el desarrollo correspondiente.