sábado, 4 de febrero de 2012

ÍKaros


"Se dice que Dios está dentro de nosotros, pero me doy cuenta viendo el firmamento nocturno, que se trata justamente de lo contrario: nosotros junto con esta tierra, flotamos en su interior por el espacio." - Palabras de Alonzo de Génova, enjuiciado por la Congregación del Santo Oficio en 1606 y condenado a morir en la hoguera por los cargos de herejía y blasfemia en 1614. Esta idea del malogrado monje Alonzo hubiera corrido mejor suerte de no haber existido antes Giordano Bruno, o posteriormente, si Galileo Galilei no hubiera cimbrado al mundo con su sistema heliocéntrico. A pesar de ello, aquí estaba frente a mí esta frase del siglo XVII, lista para encajar con otra pieza expuesta hoy en la mañana por mi profesor de Astronomía General II: "Todo el universo es un organismo vivo. La muerte, al igual que nuestra concepción del tiempo no existe realmente (solo se trata de un cambio de energía a otro estado dentro del eterno fluir de la vida). Aquello que llamamos Dios empieza desde la más ínfima partícula hasta la galaxia más lejana." No creo en las coincidencias, ni exagero cuando digo que todo esto aparece con un propósito, algo que va más allá de mi estudio de los fenómenos cósmicos. Mi teoría de que existe un sistema nervioso central del Todopoderoso poco a poco va tomando forma aunque solo sea una intuición o previamente alguien ya la haya esbozado. Hoy dibuje un plano de un posible portal basándome en algunas hipótesis que he recolectado de antiguos tratados de la ciencia astronómica, la filosofía de los cuerpos celestes y el esoterismo astrológico. Las sociedades mal llamadas primitivas sabían que las constelaciones son el reino de los dioses y eso, comparado con la religión actual del consumismo, merece algo más que el olvido o la simple denominación de "concepciones míticas". Yo se que está ahí, no como un viejo barbón o alguna otra representación vulgar, sino como realidad total... y para ello, intentare construir esta máquina.
5 de febrero del 2012

Han pasado 30 años desde que descubrí aquella ecuación. Parecía una más de las muchas que había hallado para navegar a través del multiverso. Los lugares visitados por mi equipo y yo en el proyecto celestial no resultaron ser todo lo ignotos que deseábamos (Helix, Andromeda V, incluso GR8), pero el demostrar que se podía llegar ahí sin viajar por siglos a la velocidad de las luz, obviamente significaba un logro (personalmente solo parcial)... hasta que lo encontré ¿Quien iba a imaginar que el sistema nervioso central de Dios iba a ser una dimensión del tiempo? Para ser más exactos, el tiempo mismo. Vimos el principio y ¿El fin? Sin embargo, no se puede contemplar la eternidad sin consecuencia alguna. Según mando y control, solo estuvimos un par de segundos y no las centurias que experimentamos ¿Que fue entonces lo observado que hizo que toda mi tripulación al volver, relatara en reversa durante 10 años y en lenguaje matemático exactamente todo? (No dormían y los mantuvieron vivos a base de drogas seudoproteinicas, finalmente no resistieron y murieron narrando en tiempo humano el 2526, cuando los reptiles militar y culturalmente estarán desplazándonos). No estamos diseñados para entender lo absoluto, hay un límite: está en la terrible verdad de haber presenciado segundo a segundo que ya todo está escrito... lo logre.
14 de Julio del 2066
Hanselopolis

7 comentarios:

Capitan TINTASANGRE dijo...

usas un lenguaje pseudo cientifico muy bien hilado y trabajado, quizá un poco al estilo de Asimov.

y todos los conceptos metafísicos, relativistas y filosóficos atrapan porque son verdaderos dentro de tu texto de forma que aunque no entienda (el lector) a cabalidad lo que planteas, se lee tan orgánico que simplemente se deja llevar hasta el infinito y mas allá.

muy buen uso de la ficciòn

Paco Payán dijo...

Muy bien relatado y estructurado, me late la idea aunque de inicio pudiese parecer confusa, con un par de leídas se aterrizan ciertos momentos que si bien se le dicen ficción (lo empleas bien), más bien me hace ruido y me pone a preguntarme ciertas cosas. Vientos. Buena aportación Hanselópolis.

Demerzel dijo...

Dichosos los que creen sin haber visto. ¿Todos los que escriben sobre Dios es porque en realidad lo han visto? ¿Y lo demás es pura ficción?
¿Dios juega a los dados? ¿En un universo azaroso hay cavidad para un Dios? (disculpa la mayéutica, fue una reacción al leer el relato). Me latió, porque también tengo un postulado y hay similitud. Tal vez habría que explayarse, solo tal vez...

Fantasía psiquiátrica dijo...

Ssssss, estos temas me inquietan y en agrado me gusta hablar de ellos. Esa posibilidad del dios interno que otros grandes de las humanidades retomaron, y que como bien narras deberían revalorarse y no tomarse a la ligera en esta sociedad por demás condensada. Sí a la función del misticismo pero coadyuvada en el lenguaje científico ¿Alguien dijo ciencia ficción existencial?
Acomodo de oraciones, una que otra coma y unos acentos por allí, con eso tenemos un muy buen texto.
Gracias por estas perspectivas, y bienvenido a esta nave de divagaciones.

Ros dijo...

Es bien rico leer algo diferente, y creo que tu integración, vino a refrescar el blog. Me late tu estilo, y los términos, que según yo, están muy en su lugar. De repente medio me perdía, y tenía que regresar a leer, me interesaban algunos términos e iba a Wikipedia, cosa que me distraía, pero luego leí de corrido, e imaginé los lugares y gentes que decribes, y entonces vaya que pude entrar al mood de minificción. Nomás algunos acentillos por ahí.

Hansel Toscano Ruiseñor dijo...

Muchas gracias a todos por sus comentarios y por la oportunidad de escribir en este blog. La ortografía sera paulatinamente corregida por que por lo visto WORDS es una estafa jeje. Como bien apunto alguna vez el gran Fedro Carlos Guillen en La Mosca: "Yo quiero escribir chingada pero words me corrige y pone chinchada y eso no es lo que yo quiero decir".

Augustine X dijo...

A ver, es un texto muy interesante y la verdad las ondas de ortografía y eso son mínimas y corregilbles, el texto está bien narrado, hilado y bueno bien en términos formales. El contenido es apasionante y sabes que me gusta, así que más que hablarte en términos generales, te comentaré sobre cosas puntuales, es decir sobre mis propias divagaciones acerca de lo que me dio a pensar el texto.
Primero, entre una sociedad del consumismo y una sociedad mítica por su puesto que habría que ponerle atención a la segunda, sólo que cuidado, quizá justamente el sometimiento de la interpretación mítica a la racionalización y con ello al "uno absoluto" independientemente de su representación "vulgar" como lo llamas, da lugar al propio olvido de lo mítico, es decir, una estructura dinámica de la realidad supone muchas cosas y seguramente más que otra forma de pensar, es el propio resultado de una racionalización del mundo que empezó con la filosofía griega, da lo mismo la indeterminabilidad del universo porque aún eso indeterminable está, si no determinado, queriendo serlo por ciertas estructuras.
Das un giro interesante en la segunda parte cuando dices que quién iba imaginar que el sistema nervioso central de Dios iba a ser una dimensión del tiempo, perfecto, es una idea gorda y que abre muchas cosas para pensar, pero si el tiempo es un simple devenir de Dios o bueno sí es el entramado de su estructura/sistema nerviosa central, entonces ¿el tiempo puede sólo ser pensado desde la eternidad? Sí eso es así, yo creo que el descubrimiento de tú personaje es algo que algunos más saben, el tiempo agobiante, consumista y actual, el tiempo del cálculo y obsesionado por la medida y por el presente que se vuelve obsoleto en nada, proviene de una comprensión del tiempo como eternidad. Si creemos que hay un absoluto y ese límite se presenta como terrible entonces seguimos supeditados a una comprensión que nos viene desde arriba, pero igual la tragedia no viene más que de nuestros propios límites en relación cono nosotros mismos, igual la infinitud no es supra-sensible ni únicamente cósmica quizá es infinita terrenalmente, respecto a las simples relaciones entre una y otra persona. Quizá, en efecto, enfrentarse con el límite no significa mirar el absoluto, darnos cuenta que todo está determinado y que no hay libertad, si no todo lo contrario ver que nuestros límites suponen una indeterminabilidad que nos obliga a ejercer nuestra libertad a cada rato en decisiones imposibles, quizá lo que da más miedo es la libertad y no la determinación. Habría que pensar en esa clave por ejemplo a Ícaro y Prometeo, por ejemplo. Muack!!!!! THanks por el texto.