martes, 10 de abril de 2012

Y vivieron felices



Hoy se entregaron las invitaciones para la renovación de votos de Ana y Julio. Cumplen treinta años de casados –mucho tiempo- dice ella. Tienen tres hijos y algunos nietos, nunca una mascota, aunque a ella le hubiera gustado, pero Julio nunca se enteró.
Ana se fue a comprar un vestido y Julio por las cervezas. Los hijos ven a sus padres y suponen que son la familia más unida, eso los hace felices.

Ana y Julio solo comparten una dirección, una cama y unos hijos. No saben cuáles son sus sueños o dolores, cuales sus pesadillas o temores. El, solo le entrega el dinero y un beso cordial cada noche al llegar del trabajo. Ella, un ¿cómo te fue? Mecánico y desgastado a fuerza de conjurarlo sin lograr abrir la muralla para ver que había dentro. –Pero así es esto- decía Ana al irse a dormir.

Y mientras esperaban que les dieran los vestidos a las damas de honor, su hija le pregunto, esperando una respuesta romántica.
-¿Todavía lo amas como al principio?
-Pues me cae bien. Eso es lo importante. ¿No?

La respuesta dejo sin palabras a la mayor, que pensaba que el renovar votos o casarse de nuevo tenía que ser forzosamente causado por amor. ¡Ilusiones!
Cuando los vio en el altar no supo que pensar, eran para ella solo dos personas sin nada en común más que una dirección y unos hijos.

4 comentarios:

Dr. Gonzo dijo...

Fue la conclusión lo que más me pudo gustar de todo el hecho de una historia que puede contarse por miles en la comunidad. Sólo hay que checar algunos acentitos que se te volaron. Gusto volverte a ver publicando Sira, ojalá sea más seguido y nos des tu tallereo con los compañeros. Saludos.

Ros dijo...

Tiempo sin leerte (y sin venir, cof, cof)... me latió la idea, pero a la forma de narrarla como que algo me le faltó, no sé... ammm, pero cruda la reflexión, saludos Sira, =)

Anónimo dijo...

Sin duda describes la situación de muchas parejas incluso cuando no han de renovar votos. Es crudo pero es de verdad. Me latió mucho, siento que solo salió de la punta de tus dedos al tocar un sentimiento. Espero eso no lo hayas vivido de cerca porque en verdad que no es lindo tener que decir "lo quiero, pero no igual". Te agradezco esto.

Julieta dijo...

Nada más que la realidad oculta y a veces desconocida. Un relato ameno pero con mucho qué decir. Sólo algunos acentos se escaparon por ahí pero me agradó...un placer leerte =)