lunes, 8 de octubre de 2012

COLORIN COLORADO...



Bautizó en gasolina, libros, discos y películas: la cronología de toda una vida. En cuclillas frente al cúmulo, enciendo un fósforo azul... bye a lo aparentemente irrecuperable.

Lo que se hace en serie siempre puede volver a ti... y este portafolio con ahorros y demás tarjetitas de plástico, también lo ofrendo al fuego purgador.

Finalmente, cual si fuera una estatua, me postro en el jardín para contemplar el incendio furioso de mi hogar... mi vecindario entra en histeria y las sirenas no tardan en alterar aún más el entorno.

- "¿¡Pero qué mierda estás haciendo!? ¿¡Y tú esposa!?... ¿¡Y tus hijos!?".

- "Están adentro... dormían" - Respondo desganado

Tengo frente a mí un nuevo comienzo... sonrió y prendo un cigarrillo.

*

- Lamento infórmarle señor Irving que padece usted cáncer terminal y además Sida.

- Guoou, guou ¿¡Las dos cosas!?

- Si, está usted doblemente jodido! Vaya comprándose un hoyo en el campo santo y una cajita decente en la carpintería  Puff, no me gustaría estar en sus zapatos señor Irving ¡Es más! Me voy a echar un trago para olvidar ese mal pensamiento ¿Quiere que le sirva uno? A estas alturas no creo que le escandalice nuestro presente de 10:30 a.m del lunes ¿Verdad? ¡A mí en lo personal me importa un bledo! El que se va a morir es usted, no yo. En fin... ¡Salud!

- Quisiera despedirme de este mundo sin dolor.

- Y a mí me gustaría practicarle una eutanasia con un taladro industrial. Por alguna extraña razón, su cráneo me llaman mucho la atención ¿Me lo podría donar para fines ornamentales? Se vería estupendo en la cornisa los días de Halloween.

- ¿Sabe? Hace poco a un compañero de trabajo se le boto feamente la canica. A leguas se le veía infeliz e insatisfecho, hasta que un buen día, mando todo al diablo y le prendió literalmente fuego a toda su vida (incluida familia)... luego desapareció sin dejar rastro. Ayer por la mañana me llego una postal de aquel individuo desde una playa exótica. Su rostro... feliz y rebosante como una mandarina. Solo había una frase escrita en el cartoncito: "Sin mirar atrás Irving, sin voltear para nada ¡Rompe el retrovisor!".

- Bueno, hay personas de tanates y personas que no.

- ¿A dónde se va toda la gente que conocemos en nuestra vida? Nunca somos los mismos, nunca más volvemos a ser quiénes éramos. Encuentros y adiós... si todos fuéramos niños de nuevo. Quisiera volver a verlos a todos una vez más.

- Es hora de emprender la partida señor Irving. El tiempo siempre se agota...

- Hasta luego doctor.

- ¡Me saluda a la muerte señor Irving! Arrivederci!

2 comentarios:

Dr. Gonzo dijo...

De lo mejor que te he leído, simplemente me gustó.

Siracusa dijo...

No sé porqué pero al final reí. ¿Irónico no? me gustó el ritmo que le imprimes.

Saludos