Bautizó en gasolina, libros,
discos y películas: la cronología de toda una vida. En cuclillas frente al
cúmulo, enciendo un fósforo azul... bye a lo aparentemente irrecuperable.
Lo que se hace en serie siempre
puede volver a ti... y este portafolio con ahorros y demás tarjetitas de
plástico, también lo ofrendo al fuego purgador.
Finalmente, cual si fuera una
estatua, me postro en el jardín para contemplar el incendio furioso de mi
hogar... mi vecindario entra en histeria y las sirenas no tardan en alterar aún
más el entorno.
- "¿¡Pero qué mierda estás haciendo!? ¿¡Y tú esposa!?... ¿¡Y tus
hijos!?".
- "Están adentro... dormían" - Respondo desganado
Tengo frente a mí un nuevo
comienzo... sonrió y prendo un cigarrillo.
*
- Lamento infórmarle señor Irving
que padece usted cáncer terminal y además Sida.
- Guoou, guou ¿¡Las dos cosas!?
- Si, está usted doblemente
jodido! Vaya comprándose un hoyo en el campo santo y una cajita decente en la carpintería Puff,
no me gustaría estar en sus zapatos señor Irving ¡Es más! Me voy a echar un
trago para olvidar ese mal pensamiento ¿Quiere que le sirva uno? A estas
alturas no creo que le escandalice nuestro presente de 10:30 a.m del lunes ¿Verdad?
¡A mí en lo personal me importa un bledo! El que se va a morir es usted, no yo.
En fin... ¡Salud!
- Quisiera despedirme de este
mundo sin dolor.
- Y a mí me gustaría practicarle
una eutanasia con un taladro industrial. Por alguna extraña razón, su cráneo me
llaman mucho la atención ¿Me lo podría donar para fines ornamentales? Se vería
estupendo en la cornisa los días de Halloween.
- ¿Sabe? Hace poco a un compañero
de trabajo se le boto feamente la canica. A leguas se le veía infeliz e insatisfecho, hasta que un buen día, mando todo al diablo y le prendió literalmente fuego a toda su vida
(incluida familia)... luego desapareció sin dejar rastro. Ayer por la mañana me
llego una postal de aquel individuo desde una playa exótica. Su rostro...
feliz y rebosante como una mandarina. Solo había una frase escrita en el cartoncito: "Sin
mirar atrás Irving, sin voltear para nada ¡Rompe el retrovisor!".
- Bueno, hay personas de tanates
y personas que no.
- ¿A dónde se va toda la gente que conocemos en
nuestra vida? Nunca somos los mismos, nunca más volvemos a ser quiénes éramos. Encuentros
y adiós... si todos fuéramos niños de nuevo. Quisiera volver a verlos a todos
una vez más.
- Es hora de emprender la partida señor Irving. El tiempo
siempre se agota...
- Hasta luego doctor.
- ¡Me saluda a la muerte señor Irving! Arrivederci!
2 comentarios:
De lo mejor que te he leído, simplemente me gustó.
No sé porqué pero al final reí. ¿Irónico no? me gustó el ritmo que le imprimes.
Saludos
Publicar un comentario