- Siempre de camino al trabajo, imagino que soy guapo, rico y con mucho
éxito entre el sexo opuesto. Supongo que si recurro a estas imágenes es porque
mi vida es muy pobre y alienada. De noche, cuando llego a casa, me masturbo
pensando en todas las chicas que vi en el transcurso del día. Las llevo a la
playa y a cenar, jeje. Sobra decir que soy excelente en la cama y ellas me
felicitan. También, sueño mucho
despierto con humillaciones verbales a las personas que detesto y odio, pero
que nunca en una mañana normal, me atrevería a levantar cabeza cuando me topo
con ellas. Obviamente, me llena de rabia saber sus triunfos y para compensarlo,
fantaseo que yo triunfo más y hasta salgo en la tele donde me entrevista gente
importante. Sueño que entrego grandiosos proyectos y realizo grandes innovaciones
en la empresa. Pero también, filmo excelentes películas, escribo profundas y
excelsas novelas y grabo discos vanguardistas de la más alta manufactura ¡Toda
la crítica me ama!... y finalmente, sueño que me enamoro y soy feliz... ¿Le
molesta si fumo?
- No, adelante.
Luego, exhalando el humo
profundamente:
- Fuuuuuuu... si, es difícil encontrar la felicidad. Hay dos tipos de
fantasiosos, los que añoran el pasado y los que lo hacen a futuro. Yo lo hago
de las dos maneras, en el coche, en el baño, cuando camino y cuando duermo ¡Sí!
Aun en el trance soporífero sigo construyendo versiones alternativas de mi vida
¡Que loco! ¿No? Lo prefiero así, me ayuda a sacar tensión. Puedo ser todo lo
que yo quiera, desde astronauta hasta un asesino serial (destazar mujeres
también ocupa buena parte mi tiempo). Puedo odiar sin ningún sentimiento de
culpa y amar sin riesgo de daño. Reconstruyo constantemente mi memoria y cambio
arbitrariamente muchos acontecimientos. Soy yo en muchos momentos de mi vida
pero con la experiencia de ahora. Y soy yo, enfrentando cualquier obstáculo en
el porvenir con la experiencia que nunca tendré. Soy yo vengándome, soy yo
cogiendo, soy yo ganando... soy yo viviendo. Vivir es una experiencia mental
para mí... bueno ¿Qué opinas?
- ¡Jumm!... ¿Qué te puedo decir? ¿Supongo que ya te percataste de que yo
solo soy un perro y que la gente de este parque lleva mucho rato viéndote con
extrañeza?
- ¿Ouh? Oh sí, eso me pasa muy a menudo jeje. Bueno, regreso a la faena
¡Gracias por escuchar! Oye ¿Por qué no nos vemos aquí a la misma hora? ¡Esto
fue muy agradable! Te traerá comida, lo prometo.
- Mmm, no lo creo...
Cerca de ahí, en el balcón de un
edificio donde dos tipos presenciaban la escena:
- Un loco hablando con un perro...
- ¿No era un perro hablando con una persona?
- ¡Ooh no jodas!
- ¿Mmm? Eeeh... Este mundo es horrible, prefiero lo que yo vi.
1 comentario:
Bien, me gustó la divagación. Será porque me recuerda a alguien que creo conocer bien jeje
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