Aquí, con ustedes, (el) Ojt

Curioso que me toque hablar de alguien que se hace llamar ojete. En lo personal a mí me enseñaron que los ojetes no son gente a la que se le pueda confiar algo. Es más, la tradición indica que todos son ojetes a menos que demuestren lo contrario. Los ojetes son los que te pegan una patada en el culo cuando menos te lo esperas, cuando das la espalda y te dan bajín con lo que pueden y a veces, como dije en lo de la tradición, ni siquiera puedes esperar a que te demuestren lo ojetes que son. El ojete es una forma de llamar al ano, esto quiere decir que un ojete es un güey redondo, apestoso y cochino y no es mi tipo de persona, es más, a mí que me registren: si me encuentran un amigo de esas características se lo pueden quedar y acusarme de mentiroso.

Lo que hice hace unos días fue meterme a su blog para darme idea de qué onda con él. Bueno, el caso es que terminé viendo una película en línea de Miguel Aceves Mejía, la cual les podría contar de no ser porque el señor no me cae bien y ya se me olvidó la mitad y la neta es que no le entendí mucho. Sí, me disipé tratando de ver el blog (o blogs) del tal Ojt y mientras me desviaba pensaba: ¿es Ojt como de Ojt Simpson? ¿Es que no conoce las vocales? ¿Es que tiene cierta originalidad llamarse así? La respuesta es la misma: No sé. Pero no sólo no sé, sino que sí sé que ese es el tipo de conocimiento del que puedo prescindir. Digo, si el tipo se llamara bnpd podría decir: bueno, o sea que si es buen pedo, puedes confiar en él, que no te pegará una patada en el culo y no te dará bajín con nada y sólo va a demostrar que es chido. Pero no. Es ojete y no le veo asomo alguno de que quiera cambiar su nombre ni su forma de vestir ni de hablar. ¿Eh? Ah bueno, es que me imagino que ha de vestir como un ojete y hablar como un ojete, que creo yo, es lo más cercano a como se ha de ver y comportar Chabelo con sus colaboradores detrás de cámaras. No sé, siempre me ha dado la impresión de que es medio ojete el Chabelo, que ha de decirle al director de cámara con voz grave: a ver tú pendejo, que todas las toman sean de la derecha que de la izquierda estoy muy cacarizo. Y a las chavas: a ver tú pendeja, súbete un poco más el calzón, enseña la pierna, vende, ¡vende mucho, los Gansitos ya no salen como antes! Y el güey se pasea todo serio por los sets de grabación y va vestido con un traje sastre, pero el pantalón tiene pinzas ceñidas hasta el cinturón y parece pachuco y lleva un reloj con cadena y usa una boina de intelectual de parque... El caso es que es ojete el güey y no me cae bien.

Así que, damas y caballeros Escribicionistas, ¡les presento a Chabelo!

Y aguas con él ¿eh? Yo nomás les digo.