Ella hizo un blog.

Al terminar la carrera universitaria, consiguió un empleo que no era de su total agrado, pues tenía que desempeñar tareas un tanto simplonas. Tenía muchas expectativas sobre su futuro después de concluir sus estudios. Con el tiempo que pasaba, lento algunas veces y rapidísimo en otras, se fue dando cuenta de que las cosas no resultaban como esperaba, y sobre todo, se dio cuenta que su vida se estaba estancando en actividades un tanto monótonas.

Una tarde de domingo en la que hacía un calor de esos que logran que cualquiera desee dar todo por una cerveza, ella estaba revisando su correo electrónico y le llamó la atención un mensaje que le enviaba una persona que no podía identificar y que nunca logró hacerlo —uno de tantos correos que se cuelan en nuestras listas de contactos—, primero pensó que se trataba de un correo-cadena de esos con contenido basura, pensó en eliminarlo rápidamente, pero como no encontraba nada mejor que hacer (pues ya se había aburrido de jugar el FarmVille), decidió hacer un clic para abrirlo. En el correo se mostraba un link adjunto y ese era todo el contenido. El link la llevó a un blog un tanto curioso, tenía el fondo negro y el título era algo extraño: "Que los muertos se defiendan solos". El post más reciente, contaba sobre el trabajo mal pagado que tenía el autor; el que le seguía en forma cronológica, hablaba sobre un grupo musical de esos que son conocidos por 3 personas aparte de los que lo integran; el tercer post que se mostraba, era sobre un amor mal correspondido. Ella leyó los tres, primero pensó que era un perdida de tiempo que alguien escribiera sobre cosas tan simples en la red — ¿Qué ganarán este tipo de personas?— murmuró mientras se acomodaba los lentes — que vicio estar escribiendo tantas estupideces—, pero el morbo la hizo dar clic en los archivos de posts pasados del blog de ese desconocido. Clic tras clic, devoró las letras que aparecían en la pantalla de su computadora. No se dio cuenta que el tiempo pasó tan rápido, y la tarde calurosa y pegajosa del domingo, se convirtió en una noche algo fresca y agradable.

Al siguiente día, ya no tenía ningún pendiente en el trabajo y faltaban un par de horas para cumplir con su turno, se puso a buscar el link en el correo para seguir leyendo aquél blog. Eso le hizo un poco más llevadero el trabajo. Se proponía acabar pronto sus tareas todos los días para seguir leyendo y distraerse de esa chamba. 

Pasaron tres semanas para que pudiera terminar de leer todas las entrabas publicadas (que no eran muchas), le quedó un buen sabor de boca, se había reído con las cosas cotidianas que ese autor publicaba; se había molestado con la vieja que no le correspondía al autor; se había reflejado con algunas situaciones que creía que solo ella había vivido; había aprendido sobre cosas que nunca en su vida hubiera conocido de no haber sido por el autor. Empatizó mucho con "Que los muertos se defiendan solos". 

Cuando terminó de leer las letras pasadas, esperaba con un poco de impaciencia que el autor publicara, y fue así como decidió comenzar a leer a otros autores, primero a los que comentaban el blog con el que ella se topó, luego estuvo navegando de un link a otro. Unos le gustaron, otros le aburrieron, pero siguió llegando a más y más blogs. Encontró de todo, desde blogs que se dedicaban exclusivamente a los escándalos políticos del momento, escritos en un tono sarcástico y que estaban un tanto llenos prejuicios, hasta  los que hablaban sobre los traumas personales de donnadie y de doñaamoresnocorrespondidos, que estaban llenos de cosas cotidianas y eran un tanto sosos. Pronto se dio cuenta de que era un mundo diferente a lo que comúnmente se puede topar una persona en Internet.

Pasó casi un año solo como lectora, pero le dio la comezón de empezar a escribir en su propio blog, sólo para tener un registro de lo que pensaba plasmado en letras virtuales y abierto al "público". Y así comenzó a escribir sobre cualquier cosa que se le ocurriera, desde poemas e historias cortas, hasta sus aventuras (con sus amigas, no sean mal pensados... eeeh no, no sigan de mal pensados) y anécdotas varias. Cuando estaba molesta, cuando estaba feliz, cuando estaba aburrida, siempre era un buen momento para escribir. 

Le tomó gusto a escribir y publicar, a pesar de que desde su adolescencia ya escribía, no era lo mismo, pues lo que escribía se lo guardaba para sí, no había experimentado exponer sus letras a otros cuantos anónimos que se pierden buscando información o que llegan de rebote a partir de comentarios.

Después de un tiempo escribiendo en su blog, la invitaron a participar en un colectivo con otros cuantos que compartían el gusto por las letras, y como tenía el modo, el medio y el tiempo, se puso escribir. Y todo de a gratis, por el simple gusto y la disposición de hacer las cosas, ya que desde un principio, se dio cuenta de que era casi imposible ganar algo de dinero por medio de los blogs. Si buscaba dinero, no le queda de otra más que buscar un mejor trabajo...  

Y así, después de que leí por segunda vez su primer post, es como creo que Siracusa llegó al mundo raro de los blogs (aunque lo del trabajo y esas madres es pura suposición, no sé a que tanto le atiné, bueno, a lo de que es casi imposible ganar dinero por este medio, creo que es verdad).