Hablando de... Ros

¡Vamos Rosita! Te invito a tomar, bebamos tu brebaje favorito, vayamos a cazar lombrices y hacerles con barro condominios, o cacemos pues depredadores ambulantes mientras pedimos tarros grandes de líquido amarillo. Platiquemos de tus gustos, de las catedrales, de edificios grandes, inventemos historias sobre ellos, digamos, que solo ahí habitan las princesas en espera de rescate y alguno que otro vampiro entristecido.

¿Recuerdas nuestro paseo tranquilo? Aquella tarde deambulamos por avenidas grandes y casonas viejas, contabas cuadras que incrementaban tu lejanía de casa, nos contábamos todo, sin ahondar en nada, en platica y pasos continuos ahuyentamos al silencio, sin prisa, nos llego el ocaso. Un día de esos alegres, perdurables en minuto y hora exacta.

¿Cómo te ha ido en esa árida ciudad? ¿Quien te ha puesto muina? ¿Te ha hecho caras feas el humo? ¿Sigues queriendo despertar y andar descalza un rato por la costa? ¿Extrañas el mar, lo tuyo? ¿Sigues en huelga de sal, por ser la sazón especial que le falta a tu platillo?

¡Que va Rosita, si tu eres de aquí!, como del pueblo en costa, y de la ciudad embellecida, ¡Eres siempre tu Rosario! Siempre sorprendida, alegre a ratos y de vez en cuando, enojadamente entristecida por no poder ser más de lo mucho que ya eres.

Dejémonos de locura afligida Ros…dejemos al alcohol hacer lo suyo. ¿Te parece si cantamos de traiciones? De esas que nos han hecho llorar y rabiar hasta agotar la ultima gota de la noche, ¿Qué te parece si comenzamos a cansar garganta con otras voces? Y nos platicamos como si yo fuera Ros y tú, un loco innecesario, y nos contamos todo de ambos, como si nadie nos conociera.

***

Rosita, tierna niña, descalza desde siempre,
Con olor a tierra, lluvia serena, y voz de encanto mancillado
Deseo de ternura, ella adora lo más alto…lo profundo,
más es enojo prolongado cuando cae doblando las rodillas.
Pero eres rosa terca, aun deshojada eres rosa en pie de vuelta,
ella ama el precipicio, las cosas vastas, las lagrimas vastas.
Rosario de las plegarias, con algunas cuentas rotas,
eres rosa en piedra, quieta, inmolada, lista al sacrificio.
Rosa sobre río, crueldad en espinas enojadas, fragante auxilio,
yo se de tus sueños de volar, ser alas y abrazar esos recuerdo de cocina y sal,
que entre espina y tallo, te sobreviven penetradamente,
ser cascada, rosa altiva entonces, estirando como furia tus cabellos al abismo.
Rosa es mar, rosa es barca, siempre impuesta a navegar,
a dar vueltas, a volver…sin haberse ido.
Tu quieres ser mapa, letras, que alguien de fe de tu existencia,
Sentada eres rosa quieta esperando algo que se fue, algo que aun no llega,
yo se, Rosa, que tu quieres y no que te encuentren.
Rosario de querer, rosa de los dolores, ¿Por que vendes tan caro tu olvido?
Aprieta fuerte el corazón, se rosa en fuego, se crucifijo,
invítanos a ser tus ojos, a ser orden y esperanza en un caos continuo.
Juguemos a volar, a escribirnos más a prisa,
Rosa niña te invito hoy a jugar, te invito en letras a entrar.
Solo entre nosotros, solos entre escritos.