martes, 24 de mayo de 2011

Tenía pensado publicar otro post, pero me arrepentí.

Para Andrés los últimos 2 años han sido de decadencia pura. Cuando descubrió la infidelidad de su esposa Claudia fue cuando todo empezó a venirse abajo. No pudieron llegar a un acuerdo ni por tener a Vicky de 2 años, a Eduardo de 4 y a Crecencio, el querido perro chihuahua de la casa. Andrés no estaba dispuesto a perdonarla y por otro lado Claudia estaba dispuesta a seguir con sus amantes, así que empezaron con los trámites de divorcio.
El divorció le costó caro en todos los sentidos, estaba agotado mentalmente, desmoralizado y humillado, y con la cartera bastante gastada. El trabajo que antes le dejaba el suficiente dinero como para darse cierto tipo de lujos (salir de viaje hasta tres veces por año con toda la familia, vivir en una casa con espacio de sobra y hasta comer tres veces al día), se había terminado, pues era contratista. Consiguió un empleo en un Wal-Mart donde apenas ganaba lo suficiente para seguir con los trámites legales pero seguía con una vida lo que se puede llamar digna. Eso duró poco tiempo.
El problema que trajo cambiar a un empleo, significó que eventualmente perdiera la demanda del divorcio por no tener los recursos suficientes para pagar a un buen abogado (a pesar de que tenía todas las de ganar, Claudia tenía más dinero y el apoyo incondicional de toda su familia, y con el mismo, más influencias). Claudia ganó la custodia de los niños y de paso una pensión alimenticia, la casa y los muebles y a Crecencio.
Andrés ya no podía ver a los niños, pues su exmujer vendió la antigua casa y se cambió de ciudad para "rehacer" su vida lejos de sus "demonios". Aunque en realidad lo hizo para que él ya no viera a los chamacos.
Para ganar un poco más de dinero, Andrés tenía que quedarse a trabajar horas extras mal pagadas. Sin embargo, a duras penas completaba para rentar un cuarto de azotea y medio comer. En las mañanas desayunaba un café sin azúcar y una sola rebanada de pan, en la tarde comía lo que podía, a veces comía en las botanas de las cantinas y otras algún conocido se apiadaba de él y le invitaba a comer o le regalaba un plato (casi siempre sopas maruchan). Raras eran las veces que cenaba. De haber pesado 85 k pasó a los 69 k en unos meses (los peores meses... hasta ahora). Pero eso sí, siempre era puntual para depositar la pensión de los niños.
Estaba juntando dinero para poder hacer el viaje un fin de semana para ver a Eduardo, a Vicky y a Crecencio, que era a quien más extrañaba, pero al paso que iba, podría ir a verlos dentro de muchos meses. Meses que significaban chingas y sacrificios.
Una noche, estaba pensando en como habían pasado las cosas. Recordó el coraje que sintió cuando descubrió a Claudia con el vecino revolcándose en la cama. Recordó como iba al trabajo hasta en domingos para que no les faltara nada en casa. Todas las veces que no pudo estar al lado de su esposa en momentos difíciles, como cuando gracias a dios, falleció su suegra. Recordó la vez que le pego a Claudia cuando se enteró que su segundo hijo iba a ser niña, pues el quería dos varones y ella tuvo la culpa de que no fuera así. Duró algunas horas pensando en esas cosas, y después de hacer una especie de reflexión, se dijo a sí mismo: todo pasó por el pinche divorcio, maldita Claudia siempre le di todo, hasta le compre una bolsita para que paseara a Crecencio cuando salía a la calle a comprarme cerveza. Hasta la dejaba que se viera una vez al mes con sus amigas. No cabe duda que hay gente que no sabe apreciar lo que tiene.
Andrés era de los que no se arrepentían.

13 comentarios:

maldito desgraciado dijo...

Toda la semana pasada tuve una idea en la cabeza con el post del Arrepentimiento. Pero decidí no publicarlo, me arrepentí.
Estuve viendo los post pasados y creo que no hay que ver el arrepentimiento como algo malo necesariamente, siempre es de sabios cambiar de opinión. El arrepentimiento sirve para redimir los actos mal hechos. ¿Quién quiere vivir con la conciencia hostigándole? (bueno, ya depende que tan culera sea la conciencia con cada quien). El arrepentimiento es una forma de tratar de enmendar las malas decisiones, o las decisiones que en su momento creímos correctas, y porque no, de corregirlas antes de tomarlas. Sinceramente, la gente que no se arrepiente cuando sabe que la está cagando, merece desconfianza. Creo.

la MaLquEridA dijo...

Esto se comió mi comentario, en fin, decía que Claudia debía agradecer que Andrés le hubiera comprado la bolsita para Chencho y también que le diera ¨permiso¨ para ver a sus amigas, es una malagradecida.

:)

Pherro dijo...

Pues si él hizó bien casi todo lo que le correspondía, no debe tener mucho de que arrepentirse. Además como mencionas y como se ha manejado en los otros posts sobre este tema y en los comentarios de dichos posts, el arrepentimiento no sirve absolutamente para nada, si no se aprende algo de el.
Pero a veces lo usamos para justificarnos con nosotros mismos y no sentirnos tan mal por los errores cometidos.
Fluido el texto, bien redactado, no cansa al leerlo ni se pierde le interes en el .

destroyer!!! dijo...

con respecto al comentario que haces, hay q saber detectar los errores para corregirlos, enmendarlos o evitar cagarla... a mi no me gusta arrepentirme, pero tampoco seguir cagàndola si ya lo detectè...

ese andrès era medio pendejo xq no vio como trataba a su vieja,,, así a cualquiera lo sanchean jajaja...

PD sigo sin poder comentar con mi cuenta solo aquì, sabrà q pedo... :s...

Alejandro Aguilar dijo...

Tu lo has dicho y cito:

"...siempre es de sabios cambiar de opinión..."

Una cosa es cambiar de opinion y trabajar en los errores (aceptemoslo, nunca dejaremos de cometerlos, eso de no lo vulelvo a hacer es irreal) y otra cosa muy diferente es arrepentirse. Porque te puedes arrepentir, peeeero no hacer nada. Como en el confesionario, me arrepiento de todos mis pecados, pero ya viste a la que esta hincada por aya, me cae que, que buena cola tiene.

Me gusto la historia, muy mexicana, (excepto por eso de pagar pension, conozco a dos tres que las manda a la fregada) y en general, muy chido, da para un buen debate...

¿Que no quedamos que no se hiba a tomar tan personal?





Dark Angel

Ros dijo...

Tu final cumple con un cometido importante en los relatos: la sorpresa.
¡CHIDO!
Por otro lado:
-Ya que no es un texto técnico, se recomienda escribir los números, se ve más estético el trabajo.
-En este tipo de escritos sí concuerdo con lo que dice Ojt, hay que evitar la repetición de palabras, sobre todo algunas que te quedaron muy cerquita.

Saludos.

maldito desgraciado dijo...

Dark: Esto no es personal jaja, si así fuera yo no hacía mejor ningún comentario, así como ustedes dan su punto de vista yo doy el mio, es todo. Puede que estemos o no de acuerdo pero al menos hasta que no me vengan a tirar un madrazo todo en orden.

maldito desgraciado dijo...

Malque: Es que era bien malagradecida haha
Pherro: La mayoría de las veces estamos más que dispuestos a echarle la culpa a agentes externos por nuestra incompetencia, y pues creo que si algo (cualquier cosa, positiva o negativa) no te deja nada de aprendizaje, entonces no sirve.
destroyer: Es que Adrés es un macho mexicano. Creo que cambiar de opinión o corregir, es una forma de arrepentirse.
Ros: Eso de los numeros ni me había pasado por la cabeza, lo de las palabras, ni me di cuenta jajaja es que neta, iba a publicar otra cosa y eso lo hize ayer mismo T__T

Dr. Gonzo dijo...

A mí me gustan mucho las historias donde detalles poco comunes son tratados de manera común. Tal cual, integrarlos a un texto es algo que a algunos les sale con naturalidad, que es tu caso y eso me gusta mucho. La fluidez de la historia me mantuvo enganchado, cuando me di cuenta, terminé de leerlo y me delató la sonrisa que me sale cuando algo me gusta. Chido.

Leinad dijo...

Sus textos son ricos en lujos de detalle, sólo que a veces se dan una serie de datos que desde mi humilde punto de vista estan de más, hay momentos que seria mejor dejar las cosas a la imaginación y no ser tan descriptivos, quizá seria bueno el pensar que es lo que realmente usted nos quiere decir y hacer mas ricos los detalles que se enfoquen en ese cometido, y dejar del lado todos los otros elementos secundarios. Tiene una gran habilidad para la narrativa, espero que mi comentario de algo le sirva. Saludos

Siracusa dijo...

He tenido problemas para subir mis comentarios, pero desde el dia que publican leo sus escritos.

Me agradó mucho tu relato, algo que me gustó es que no hay muchos lugares comunes o los que llegan a existir los sabes manejar de tal forma que se transforman. :D

buena vibra!!!

Aline Suárez del Real dijo...

Por eso insisto en lo que yo expuse: el arrepentimiento debe ser momentáneo, solo el lapso en el que te das cuenta, la sensación de ouch!, el remordimiento y luego analizar, que hice mal y que aprendo de esto, si puedo enmendar algo lo hago. No es que uno no deba arrepentirse, es mas bien que no tiene caso clavarse por mucho tiempo sin arreglar nada y sin aprender nada. En cuanto al texto, me gusto, si se nota que esta un poco a las prisas y quizá unos detallitos como los números que dice Ros. yo digo que la esposa seguro se arrepiente de haberse casado con ese wey, seguro no se dio chance de conocerlo o bueno, tantas cosas... Si aprende de su arrepentimiento, habrá servido de algo. Y por ultimo, tu y tus desconfianzas jajaja. Ah y también coincido con Ros, el factor sorpesa muy bien aplicado

Capitan TINTASANGRE dijo...

el arrepentimiento en este caso es algo que nunca existio.

la sobervia de Andres culpando a todo y a todos y la sobervia de claudia "castigandolo" con todo.

cuantas veces hemos visto, o sabido de estas historias.

realmente buen ahostoria y me hubiera gustado leer tu historia original ya que tu propusiste el tema. Seguramente habia algo muy especial en tu cabeza.