miércoles, 6 de julio de 2011

Quizás, quizás, quizás



Esa mañana quise mover mi rutina, en lugar de tomar el autobús azul, caminé una, tres cuadras más, y tomé el rojo. Un cambio de paisaje –pensé– me haría bien. Desperté media hora antes de lo habitual, entre alborotos de bocinas, negocios cerrados, zapatos, camisas, prisas (todo nuevo para mí), llegué a la línea roja, qué bueno que lo hice, ese día la conocí.
Si no hubiesen estado ahí mis ojos, a esa hora, me habría perdido su sonrisa repleta de colores.

Cuando la vi por vez primera supe que era Ella, esa Ella que yo estaba esperando. Toda ella. Pude voltear hacia otro lado, ver las banquetas agrietadas, un anuncio en la pared… sin embargo, estaba ahí como la vi en mis sueños.
Tan sólo con verla, mi atención se unta en sus ojos, en sus labios, un poquito en sus rodillas, en el pelo: me idiotiza.
Estoy perdiendo el tiempo –dicen– pensándola. Pero es que ella es perfecta: su rizado cabello cae un poco antes de su cintura, tiene un trasero ancho, redondo, puedo adivinar lo dulces y firmes que deben ser sus pechos, su caminar hipnotiza. Es de ojos fuertes, decididos, dos escarabajos negros habitan su mirada. Me encanta.

Tenemos varios meses encontrándonos a la misma hora en la parada del camión. El ruido matutino desaparece cuando escucho sus tacones, cuando coqueta me mira.
No sé mucho de su vida, se llama Ana y le gusta sonreír, para mí eso es suficiente. Qué hombre no disfruta cuando una chica sonríe a la menor provocación.
Los minutos en el autobús se nos van entre los ‘buenos días’ y los ‘cómo te va’, me gustan los pedacitos que poco a poco me muestra. Me he convertido en un poeta con sus silencios. A veces, cuando calla, quisiera tomarla de la mano, adivinar sus pensamientos, sentir la mañana a través de su boca.
Para atravesar más rápido la distancia, los fines de semana pronuncio su nombre, mi voz viaja hasta allá nosédóndevive, y aunque me sé lejos, lejos de lo que sueño que tal vez es, la quiero sin poder explicar, ni querer explicarme nada.

Ella sabe que me gusta, la he invitado a tomar café, espero un cuándo, un dónde, incluso un ¡cómo crees que saldría contigo! Pero me responde siempre un quizás. Con su mirada me mide, como pensando. Así pasan los días, y yo, desespero por no saber si le gusto, si le caigo bien, si un poco de ambas o tal vez ninguna. Posiblemente no le guste el café, mañana la invitaré a bailar, aunque seguramente su respuesta será igual.

13 comentarios:

Siracusa dijo...

Lindo relato!. La canción me gusta sobre todo la que esta en inglés se me hace sexy e ilusoria, así como la que mantiene el admirador de tu escrito. El haber usado la frase característica de la rola "así `pasan los dias..." encuandra perfectamente la idea y el cierre redondo. Fresquito para este dia nublado. :D

Anónimo dijo...

es una historia muy padre como siempre haces que me imagine todo como si estuviese ahi como si fuera yo el de la historia es un exelente escrito ... cortita pero sustanciosa muy bien acomodada . otra que me gusto mucho fue el de ursula y me senti identifiacado por que el hermano mayor de mi mama muri joven y cada que escuchan la cancion de melina d camilo sesto pasa la misma reacción felicidades ambas . RO

Unknown dijo...

Muy agradable tu texto. Me fui a lugares y personas del pasado, mientras leía. Ese es el poder de las palabras.

Anónimo dijo...

Genial ! las partesitas de la cancion, que fueron pocas, quedaron muy bien acomodaditas y hsta ritmito le dieron, son tan conocidas las frases, gracias a la cancion, que al toparmelas en el texto mi mente luego luego se trajo la cancion.

úrsula

Dr. Gonzo dijo...

Como siempre, sabes hacer de un tema un dechado de figuras, lo haces música y ahorita con más razón. De una rolita sabrosa a una cuento sabroso. Sigues dando el chanclazo más fuerte.

NTQVCA dijo...

Tú siempre me respondes quizás, quizás, quizás. La canción me gusta mucho, y lo que leí le quedó al centavo, sabroson como dicen arriba!

Ros dijo...

SIRACUSA, ándale, sexy, esa es la palabra para definir la rolita, haha. Gracias por tu comment, chica sexy.

ROQUE, como siempre, gracias por leerme y comentar, me da gusto que te sientas identificado, y que además, leas a otros escribicionistas! =)

PHERRO, chido que te hizo recordar, ;)

ÚRSULA, gracias, y pues la verdad mi intención fue esa, tomar una cancioncilla bien conocida para que todos se familiarizaran pronto, jo.

DR. GONZO, ay, ¡qué responderle!, si ya me puse como tomate, muchas gracias.
Chanclazo, jajaja, aw.

NTQVCA, =) me da gusto haberle atinado al centavito, gracias.

pinchesendic dijo...

Espero que Ana logre encontrar a Otto, en un recóndito hotel allá en el circulo polar. Estaba esperando que alguien publicará una canción en español. Yo pensaba hacer una de los tigres del norte. Pero mejor opté por otra.
Que rico cuando dos desconocidos se saben quererse pero no se avientan, me hace recordar varias historias.
Como cada miércoles, nos leemos hasta la otra.
Quizás, quizás, quizás..

la MaLquEridA dijo...

Un quizás encierra tantas y tantas cosas, ojalá le diga que no.

la MaLquEridA dijo...

Que le diga que no para que ese quizás sea la puerta a otro, bueno yo me entiendo.

Ros dijo...

PINCHE: ¡Esa peli rules! Y sí, yo también digo que esa Ana se merece a su Otto, o tan sólo quizás? Nos leemos, sí señor =)

MALQUE: Ay, pobrecito, bueno, un NO para que luego se haga un SÍ.

Capitan TINTASANGRE dijo...

romper la rutina es complicado, porque puede ser para bien o para mal.

pero siempre es necesario solo asi pueden pasar cosas extraodinarias.

su texto es soñador y enamorado

. dijo...

ahhh me chocan los quiza!!! :(...

muy buen texto patrona!!!