martes, 13 de septiembre de 2011





…después de tanta mierda regada por todos lados, las cosas se pusieron un poco diferentes: alguien que observaba la destrucción del mundo se aparcó en el baldío más cercano.
El cielo era purpura y sangriento, atardeceres apocalípticos. Las personas seguían muriendo y se mataban por una pila que le diera “más vida a su Lap”. –Pobres pendejos- se decía aquel hombre envuelto en rayos magentas, abrazando sus rodillas mientras una débil sonrisa de ironía se dibujaba en su cara. 
 Algunos pasaban delante de él, -son cadáveres que se desdibujan ante la luz como cigarras- movía su cabeza hacía la izquierda y la derecha hasta que esos títeres se perdían en las calles. El ejercicio lo aburrió, se recostó sobre la hierba y en un hondo suspiro empezaron a brotar imágenes, incoherencias:

“Si pudiera fotografiar lo que mis ojos ven cuando los tengo cerrados: darían cuenta del color que me habita.
Si pudiera capturar mis pensamientos y hacerlos polvo: estaría ante una estatua de sal.
Si grabara mi voz ahogada: sonaría un conjuro desafinado de malditas inocencias”

Se detuvo. Ya no quería pensar más. Trajo a su mente un recuerdo, que para él eran como una puta, la podía tener cuando quisiera sin problema, recorrerla una y mil veces, besarla y repetir el mismo teatro. No entendía, si a raíz del magenta o del púrpura, sus recuerdos no duraban mucho. Quería borrar uno, pero neciamente volvía, así que decidió dejarse llevar por eso que no recordaba pero que había vivido, por aquellos olores y sabores que no había aspirado ni probado pero estaban en alguna parte y empezó en voz alta, escribiendo al aire, con las nubes y su lengua:

“La noche comenzaba. La gente corría tratando de escapar de las gruesas gotas de lluvia. Enamorados que aprovechaban la emoción para esconderse. Sus manos resbalaban fácilmente como si fueran una extensión desprendida a propósito para poder encontrarse.

Los hombres apuraban el paso, evitando los charcos de agua que los niños del barrio,  buscaban para saltar y empujar al compañero, que con su actitud inocente, lo pedía en silencio. Pequeños pies que se inundaban en sus propias piscinas de color negro o café. Pantalones mojados hasta las rodillas que sonrientes y raspadas asomaban por los agujeros de sus pantalones. Inocencia que crecía lentamente entre cantos y juegos.

Un extraño hombre deambulaba tranquilo entre la rapidez de la noche lluviosa. Alzaba su cara al cielo y con los ojos cerrados disfrutaba la frialdad del agua al resbalar de sus mejillas al cuello y el escalofrío que producía al rodar por su columna. Las manos las ocultaba en los bolsillos del abrigo, jugueteaba con el encendedor y en su boca disfrutó el sabor del cigarro recién apagado.

Giraba, seguía derecho, vuelta a la izquierda, un rumor de auto a lo lejos y el pitido de un claxon. Un ágil brinco hacia atrás lo salvó de la colisión con el Cadillac, pero lo hundió en un charco mojándole hasta las pantorrillas. ¡Maldición! Susurró y siguió su camino.

Las callejuelas por donde empezaba a transitar estaban atestadas de mujeres en busca de algún cliente impaciente por desfogar sus ansias. Hombres que cuidaban celosamente a sus abejas para que produjeran la miel más rentable sin ser interrumpidas o molestadas, completaban la escena.

-¡Adiós guapo! Le dijo aquella mujer de ojos negros.
-Te veo a la vuelta. Le contesto mientras guiñaba un ojo.

Llegó a una zona de cantinas y bares inundados de humo de cigarro, de olores a los que rápidamente se acostumbraba. Parroquianos tan diferentes entre sí, pero similares en el amor por la parranda y  dejar atrás una vida miserable: al hombre de negocios, a la mujer sumisa y obediente, al hombre preocupado por la vida de los demás, a la que cumplía con su caridad cristiana, al que le preocupaba no tener el dinero suficiente para el alquiler. Infiernos personales donde cada uno se quemaba cotidianamente y que al menos por una noche a la semana convergían en un infierno común que ofrecía un poco de diversión, de olvido...




9 comentarios:

NTQVCA dijo...

Siracusa, mucho mejor el giro que ha tomado la historia, una especie de sobrevivientes adaptandose a su nueva vida.
Solamente que me quedé un poco confundida de quién es el protagonista.

la MaLquEridA dijo...

Siento que tu texto tiene más sentido, lo acoplas al de los compañeros anteriores, se vislumbran los Escribicionistas que al final es de lo que se empezó a hablar. Imagino a unos cuantos por ahí -no sé si esa era tu idea-. Comienza la tarea difícil ( no quiero decir que para los compañeros anteriores no lo fue.


Saludos.

Siracusa dijo...

NTQVCA: el protagonista tendra que ser concretado por ustedes jejeje :D

Malque: no hay escribicionistas en mi continuación :s pero eso ya dependera de ustedes!!! saludinesss

maldito desgraciado dijo...

Bingo! creo que de esto se trata el ejercicio. Agarrar de pretexto lo que alguien contó para inventarse una historia bajo el mismo argumento de la primera, u otra totalmente diferente.
Si no agrada lo que hizo el anterior, pueden matarlo y hacer lo que se les da la gana, a fin de cuentas cada quien va a contar lo que quiere, solo hay que hacerlo los más VEROSÍMIL posible. A todos se les va a complicar este tema, pero no es motivo para molestarse si el que le continua no cuenta lo que ustedes quieren.
De ahí la importancia de publicar en los horarios, si no, lo que uno va a contar va a tener nada que ver con lo que contó el anterior y lo más seguro, es que se eche a perder la "historia". Como me pasó con lo que esperaba aquél vato.

maldito desgraciado dijo...

Ah sí, a mi si me agradó lo que quisiste contar.

Unknown dijo...

Pues definitivamente es un giro, bueno o malo, depende de la apreciación de cada lector.
Me gustó el texto, tiene frases chidas, muy al estilo Siracusa.

Anónimo dijo...

Si, la neta esto va tomando mas cuerpo. Interesante el giro este, nomas falta que llegue otro gandalla como el fer y los remate.


Besos!





Dark Angel

Anónimo dijo...

Me fue mucho más sencillo seguir de ti, pero aún así, con tanto desmarañe anterior lo sentí complicado.
Tu cuento es más poético, me latió.

ROS

Fantasía psiquiátrica dijo...

Pues sí, definitivamente tomó otro giro, un replanteamiento basado en lo que podría enmarcar un protagonista que empieza a alejarse de lo hasta ahora contado. Buenas frases y una placentera narración; creo que ante tanto desastre "apocalíptico" optaste por darle una nueva dirección a la historia, al solipsismo.
Saludos.