domingo, 9 de octubre de 2011


Los camareros cuentan una historia sobre el diablo. Que cada noche a la hora de cerrar escoge un bar y cruza sus puertas con todo el infierno del mundo sobre sus cuernos. Un bar, o un pub, o una cantina. Donde sea que la gente se envenene con más de 5 grados etílicos. Entonces, el diablo entra por la puerta, queriendo ser escuchado, si lo escuchas y tienes suerte, podrás ser recompensado…

Aquel camarero había puesto el candado de la entrada principal, ya todas las sillas estaban sobre las mesas, el piso limpio, en todas las pantallas se veían franjas  de colores que marcaban el fin de la programación y la música de aquel bar, tocaba alguna melodía ochentera.

Fermín terminaba de acomodar los últimos vasos tras la barra cuando escucha que la puerta se abre de golpe.

Fermín no tuvo tiempo de mirar a ningún lado, cuando sintió 2 golpes sobre la barra y alguien exclamando:

– Que debo hacer para merecer un maldito trago?- Dijo dirigiéndose al tembloroso camarero.

Fermín se quedó inmóvil, a juzgar por el porte, el tipo media casi 2 metros, piel tostada casi brillante, vestía de verde, con una gabardina negra emanaba un poco de humo. Parecía elegante, pero no tenía buen aroma, olía a margaritas y a azafrán.

El tipo se levantó y arrojó la gabardina y con un poco de mas fuerza golpeó la barra – Un bourbon doble por favor– Dijo, con toda la elegancia que una persona que usa un anillo en el meñique se puede permitir

Fermín se despabiló y sirvió lo que pidió aquel sujeto.

– No vas a preguntarme que tal mi día? Es lo que hacen todos los malditos camareros mientras pasan su franela para desgastar la barra– Dijo aquel sujeto, mientras daba un trago largo a su bebida.

Como si se tratase de una orden, Fermín se quitó de la cintura su trapo y mientras frotaba con el una parte del lugar, preguntó – Y cuénteme, que tal su día? Porque esa cara tan larga?

– No me lo vas a creer, pero, yo soy un demonio
– El diablo?
– No, un demonio, nadie se hace llamar “el diablo” eso es muy “cliché”
– Entonces, eres un demonio? Y que haces realmente? Vienes a llevarte mi alma o a hacerme pagar por algo o a jugar con alguno de tus poderes para verme como sufro?

El demonio rió y sacudió la cabeza – Vengo a beber un par de tragos y si no te importa quiero cacahuates, nadie te ha dicho que eres un pésimo mesero?
– Ok suponiendo que tu eres el dia… Un demonio…
– Y de los mejores – Interrumpió abruptamente mientras daba otro trago aún más largo a su bebida, mismo que hizo que esta se terminara.
– Ok, entonces eres un demonio, que se vino a beber unos tragos, la trampa es que, seguramente te los querrás beber gratis, no? – Dijo mientras arrimaba un plato con cacahuates y servía la segunda bebida.
– No para nada, te los pagaré, claro, mientras no excedan de mi presupuesto, de lo contrario te tendré que matar o algo por el estilo.
– Ok, entonces dime ahora si, que tal tu día? –Repitió la frase mecánicamente mientras de igual manera limpiaba nuevamente la barra
– Problemas y más problemas, este trabajo me está matando, ya no soporto a mi jefe y definitivamente no me pagan como debería, siento que cada vez hago más y que me rinde menos el dinero y…
– Eres un demonio, no deberías de tener como que un trabajo genial? Porque así como lo dices, pareces una persona ordinaria.
– Verás mi estimado y vulgar amigo, todos, dependiendo la perspectiva, somos ordinarios o geniales, por ejemplo, supermán en su planeta origen, hubiera sido un tipo común y corriente con un papá científico, pero según la historia, el cayó acá, y el tiene poderes y…
– Si, si, pero supermán no existe y…
– Entiende mi punto, mi vida es ordinaria, porque vivo entre demonios, no tan buenos como yo. Pero yo soy genial porque estoy frente a ti, y tu no eres un demonio, pero si tu te fueras al lugar donde están todos los demonios, seguro te verías genial o… Bueno no creo, pero la idea es esa, la perspectiva que nos damos nosotros mismos de ciertas situaciones.
– Entonces eres ordinario, aburrido y todo eso, pero algo puedes hacer como demonio, no? Algo mágico, fantasmal, algún hechizo… no?
– No soy un cirquero, no soy un mago, no soy una bruja, no se que quieras ver muchacho, pero si no me sirves mi siguiente trago, hare cosas feas con este mugroso bar
– Bebe– Dijo el camarero, mientras servía la bebida.
– Ya te dije que eres un pésimo camarero? Así no se le habla a un cliente y menos a uno de mi categoría– Dijo mientras se acomodaba el cuello de aquella camisa.

Mientras estos dos seres seguían conversando de una forma muy extraña, de fondo la música del bar seguía tocando cuando empezó a sonar una melodía muy peculiar.

– Esa canción!!! – Dijeron los dos al unísono.
– Adelante, cuenta tu historia de esa canción– Dijo el camarero al demonio.
– Esa canción: hunting..
– Si, si, ya sabemos tooodos como se llama esa canción, no necesitas repetir el título, pareciera que está muy trillado, así que, si ya ambos sabemos que hablamos de esa canción, pásate el titulo y cuéntame la historia.
– Hay que ser menos amargado muchacho, te vas a morir joven… Verás, esa canción o ese pedazo de música es lo que nosotros los demonios musicales llamamos audio puro
– Ah si? Eres un demonio musical, o sea que cantas, compones melodías cual fauno?
– Algo te molesta de esa canción, y sé que es, pero, si, soy un demonio musical, y no es que ande cantando, pero soy del tipo de demonios que se gana la vida por medio de la música, ya sabes, los demonios tenemos que acarrear gente al pecado o a algún acto de locura insana para mantener satisfecho al de allá arriba– Dijo mientras apuntaba hacia abajo

– O sea que hay demonios para todo? O como funciona?
– Si, hay demonios para todo, pero déjame contarte la maldita historia de una vez, no?
– Ok, ahora el del mal humor eres tú, pero bueno, cuenta la historia por favor.

Suspiró, tragó saliva y continuó –Con esa canción fue como inicié en esto, era el novato del año, recién me habían “endemoniado” y justo me dieron mi primer trabajo solo. Nosotros los demonios musicales, nos dedicábamos a meter mensajes ocultos en las grabaciones, nos sentábamos ahí mientras aquellos músicos se juntaban a escribir o a componer una melodía, nos hacíamos invisibles y sembrábamos ideas que de una manera sublime te llevaran al pecado, transmitíamos estos mensajes a los escuchas de una manera muy poética. Cuando alguien los descubrió los llamó mensajes subliminales, de ahí la palabra.

– Por mucho que me guste tu historia, deberás de llegar al grano o pedir más, porque no es redituable para mi y tu historia no fluye, lo sabes verdad?
– Ya voy a terminar. Como te dije, era mi primer trabajo, este tipo que no recuerdo como se llama, le llegó un momento lúcido y empezó a componer la canción, yo me senté al lado de el y escribíamos juntos, una nota el, una anti-nota yo...
– Anti-nota? Espera, no preguntaré, seguro me explicaras que son, para que sirven y todo eso… continúa por favor
– Lo que estaba escribiendo este tipo, era arte, y lo que yo estaba haciendo, era el mejor trabajo posible, la quinta sinfonía hubiera sido Arjona comparado con esta composición, pero...
– Maldita sea, siempre hay un pero– Dijo mientras se servía una porción de la misma bebida para el– Continúa por favor
– Pero como te dije, era mi primer trabajo, y quería dejar huella, impresionar al gran muchacho y a todos en general, entonces tenía que hacer lo que ningún otro había hecho, colocar mi obra maestra por delante y la obra maestra de aquel tipo como mensaje subliminal
– En serio hiciste eso? Pero, eso quiere decir que si en este momento, escucho esa canción al revés podré escuchar…
– No idiota, jamás le conté a nadie esto, cuando el organismo regulador de mensajes subliminales escucho lo que había como mensaje subliminal se dio cuenta que no servía de nada y nunca aprobó mi trabajo, no todas las canciones tienen mensajes subliminales.
– Pero no se dieron cuenta que la habías invertido?
– Claro que no, este órgano centralizado es tan burócrata que no se da 1 segundo para escuchar la canción en tu forma original.
– Ahora que lo mencionas esta melodía parece no tener principio o fin suena familiar y a su vez, siempre que la escucho, te deja esperando algo, tiene una sensación a nueces y espuma de mar, infinito y…
– Anda a contarle todos tus traumas maricas a Laura bozo, la canción no es eso, si tuvieras mis oídos serías capaz de disfrutar la melodía como es y no como una guitarra mal entonada.
– Puede ser…
– Además la canción original, dura mucho, alrededor de 10 minutos, por cuestiones comerciales, solo publicaron 2:10 minutos, los 2:10 minutos más comerciales para mi humilde opinión.
– Como sea, verás, mi historia de esta canción tiene que ver con mi padre que...

Fermín se levantó del suelo, con una gran resaca y cegado por la luz del sol, se apoyó en la barra para recobrar estabilidad, vio en ella, la botella casi vacía y unos cuantos billetes al lado. Recordaba poco de lo sucedido y todo lo sentía como un sueño, se sacudió la cabeza y fue al baño, estando en el mingitorio quemado en la pared había un mensaje que decía:

“si las personas fueran al bar a escuchar las historias de los camareros con problemas con sus papás, perderían su encanto y se convertirían en cafeterías, IDIOTA!!”

6 comentarios:

Estrafalaria dijo...

Me encantó, buena utilización del léxico (:

la MaLquEridA dijo...

El final me dejo con cara de pregunta, en general la historia sonaba atrayente pero el final quizás merecía un poco más de impacto o tal vez otro letrero.


Saludos.

Siracusa dijo...

Me gustó. Lo bueno es que no sabías que escribir en torno a la canción. Tallereando: deberías utilizar los signos de interrogación completos. Me pareció bueno el manejo de los diálogos y el final lo dejaría hasta donde se despierta con la resaca y todo lo ve como un sueño. Siento que así tendría la fuerza que presenta a lo largo del texto. Saludos!!!

Unknown dijo...

El final, lo mismo que el texto entero, es asunto tuyo, si debilita o desmerece todo lo que soporta, seguro estás consciente de ello.
A mi el relato me pareció entretenido, pero como tú mismo escribiste en boca del demonio, muy cliché; sin embargo, creo yo, en eso reside la gracia de la historia, en la exageración de los estereotipos de los personajes.

Dr. Gonzo dijo...

La verdad, me quedé con la misma sensación de la semana pasada: una buena idea que se ve sacrificada por una mala redacción y ortografía. Incluso podemos ver que los personajes no están tan bien delineados, el camarero para ser alguien tan asustado al saber que el tipo es un demonio, de repente toma actitudes muy atrevidas para con él. La historia del demonio flaquea con esa actitud. El final no sé pero no lo vi tan bueno, se me hizo como los chistes de Polo Polo, con un desenvolvimiento cotorro pero un final medio simple.

Ros dijo...

Respondiendo a Pherro, no siempre se está consciente de ello, es decir, de los finales débiles o de las palabras que desmerecen... a menos que seamos unos chacalosos en esto de las letras, y a veces ni ellos, ni ellos.

Y bueno, en cuanto al texto, me quedé a medias, de entrada me gustó la idea pero (concordando con Gonzo) faltó que cuajaran mejor los personajes.

Hay palabras, (no sé como llamarles)que siento debilitan la historia:
Ej.
'Parecía elegante'
pero luego abajo confirmas:
'Dijo, con toda la elegancia'

O la utilización de los casi, los muy, los como, los poco, y demás muletillas usadas en exceso siento que vuelven dudoso al texto.

Dices que el demonio no tenía buen aroma, pero a las margaritas y al azafrán no las vinculo con un mal aroma.

Me habría gustado saber el título de esta historia, saludos.
=)