martes, 22 de noviembre de 2011

Gris

No es provocativamente feo ni inspiradoramente bello. Tampoco es bondadosamente malo ni repulsivamente bueno. No es excitantemente nuevo. No es impresionantemente antiguo. No es espectacularmente improvisado. No es minuciosamente planeado. Mucho menos es tendenciosamente asertivo ni objetivamente abstracto. No vino a ofrecerse, pero no se dejó conquistar. Simplemente está, pero como quien está y no parece estarlo; desapercibido, pero imprudente, como cuando alguien escucha  una plática y su mente está en otra parte. Automático y no muy eficiente; y muy susceptible a una fractura, como cuando se reza un Padre Nuestro y se olvida una frase; las ideas vuelan por todas partes y se posan en otro lugar, uno muy distante, menos en el rezo, pero las frases del rezo, si no se sufrió una traba, se omitió una parte, o se tergiversó en una blasfemia, suenan igual a quien escucha. Monotonía y costumbre son palabras frecuentemente confundidas como sinónimos por quienes  viven estancados. El poder de digresión se disfraza con la cuestión de enfoques y se logra entrometer en casi todas partes. A diferencia de un chispazo de creatividad que llega cuando no se espera, la desconcentración no lleva a ningún lugar, tal vez es muy severo decir que no lleva a ningún lugar, porque puede que genere opinión, pero una opinión basada en una digresión no tiene fundamento ni peso para convertirse en argumento. El gran poder de la desconcentración que es desprenderse, desdoblarse, agrandarse, o en otra palabra, mejor y más prudente, desbordarse, es comúnmente confundido con el desaprovechamiento; el desaprovechar lleva inevitablemente a algo negativo, mientras la desconcentración no necesariamente lo hace. Se puede decir, sin temor a equivocarse, que  desconcentración  es un intruso indeseable, pero de vez en cuando, demasiado necesario.

4 comentarios:

NTQVCA dijo...

Por partes, esto me sonó mmuy familiar, como yo intentando explicar algo y haciendome bolas sola. Es probable que sea por la misma razón que me visto de gris. Sin tallerear, me parece un texto tan bueno que me dejó pensando en cuanto me identifiqué, habrá que pensar...

Augustine X dijo...

A mí el texto me pareció un poquito pesado (y no por denso, sino por esa sensación de que querías alargar la escritura pero sonaba extraña la narración, cansada un poco) en la forma de la escritura, en la manera de hilar las ideas, sin embargo, me gusta lo que querías exponer, la desconcentración como un "intruso necesario", si me permites acotar la última línea de tú texto.
Bueno, ya está. Gracias y saludos

Ros dijo...

Al leerte me quedo con esa sensación de comoquesí, comoqueno... no sé, de entrada me gustó la idea, pero puede que sea algo de lo que comenta Augustine, una hilación pesada.

Saludos.

P.D. pssst, pssst, ¡ya comenta!

Unknown dijo...

Por aquello de "no te claves".
Me late la idea de "eso" que a si mismo se afirma o se anula, según la situación.
Aunque el principio suena repetitivo, la idea general se salva al final.