miércoles, 8 de febrero de 2012

El payaso


Comenzaron los murmullos al momento, los comentarios en tono bajo, casi inaudibles, como en secreto. Todos se referían al payaso hablantín, de lo bien que siempre desarrollo su trabajo, del empeño que habia puesto a cada una de sus presentaciones. Nadie tenía la habilidad de hacer reír hasta derramar lágrimas a los pequeños como él  lo hacía.

A diario pintaba su cara con colores alegres cargando en su mano una guitarra vieja la cual carecía  algunas cuerdas, con ella cantaba canciones, con las que los niños no paraban de dar brincos de alegría.

Sin embargo en cada presentación lo embargaba la infelicidad y frustración, él deseaba mas, más que aplausos soñaba con fama y poder, siempre se le hizo más atractivo el trapecio, él quería ser equilibrista y oír ovaciones en vez de tantas carcajadas.

Un día de tantos cuando el circo se encontraba solo, dejó la guitarra de lado y subió a lo más alto del trapecio, sin medir consecuencias su traicionera mente le ordenó desarrollar suertes que nunca en su vida había siquiera intentado, ni cuenta se dio cuando cayó al vacío, quedo ahí, tirado e inconsciente, con la columna vertebral deshecha.

El cuidador de caballos fue quien hizo el descubrimiento y fue transportado al hospital, la noticia fue devastadora, jamás en su vida volvería a caminar y eso lo llenó de una profunda tristeza, no hubo mas que hacer. A los pocos días recibió la noticia que el circo había cerrado pues ya los niños no asistían, fue cuando cayó en cuenta que nunca había asumido su profesión de una manera correcta, que podía hacer feliz a tanta gente con su papel de payaso ridículo y tonto, pues el circo nunca fue igual sin su guitarra sin cuerdas.

En estos momentos vive en algún lugar apartado dentro de un parque de diversiones, cuando escucha la algarabía de los niños al llegar, se desplaza en su silla de ruedas, saca sus caja de maquillajes y pinta su cara, elabora figuritas de globos y hace reír al público presente, al final supo que esa era su encomienda, hacer feliz a la gente aun a costa de su infelicidad, una que otra vez, con el desprecio reflejado en el rostro alguien lo llega a llamar “payaso lisiado”,  él solo responde que en la vida todos tenemos una misión y la de él fue ser payaso, algunos destinos no se pueden cambiar por ser mandatos de Divinos, por favor no critiques mas, Dios me hizo así.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Me transporte a la escena pero faltó más descripción cuando fue encontrado y su reacción al saberse impedido de sus piernas...espero sean tomados mis comentarios, buen dia!

:) Sheila

Anónimo dijo...

Y tu eras el afrentozo que nos presumia en Facebook que dominaba el español y el ingles al 100% ???

Ya ves, cae mas rapido un hablador que un cojo (sin albur)

Permiteme iluminarte; un cuidador de caballos es un caballerango.

Anda, editalo antes de que mas personas se den cuenta cual ignorante y hablador eres.

Ya me imagino la clase de ingles que "dominas".

Aqui andare corrigiendote, nada mas para quitarte lo mamon y hablador, asi que echale huevos.


;) El Santo.

Augustine X dijo...

"Y verdad soy un payaso, pero que le voy a hacer, uno no es lo que quiere, sino lo que puede ser." Saludos

Paco Payán dijo...

Por ahí se fueron varios acentos, quizás habría que darle una pulida general para que tomará más fuerza en ciertos momentos de la narración, porque la idea no es nada mala pero como que no me atrapó.

Saludos

Ros dijo...

...'aun a costa de su infelicidad. Punto. Para mí ahí acabaría la historia, lo demás, a mí parecer, suena cursi y lastimero, no creo que le falte al texto mayor explicación.
La primera parte me parece muy buena, con acentos y comas adecuadas, te queda guaposo el texto. Coincido con Sheila en que te faltó enriquecer la segunda parte, enriquecer, mas no rellenar.
Un gusto leerte acá en escribicionistas, saludos Pato.

Ah, y que el Santo mamón se vaya a trollear a otra parte, que siga su lloreta en facebook, ¿aquí qué?

Anónimo dijo...

Cálmate Ros ¿en que te has convertido? ¿En “cuidadora de patos”? ja ja ja ja ja, déjalo que se cuide solo, o que ¿no puede? ¿Como si puede hacer sentir mal a la gente y humillar con sus pendejadas que dice? Pelado estupido el tal pato, que me busque entre sus contactos de facebook, el sabe muy bien quien soy, que no se haga pendejo si bien que me ha hecho sentir mal.

Y no soy El Santo mamón, soy simplemente El Santo; el mamón me lo das después en persona si acaso te parece.
Y no soy troll de nadie, solamente le quería dar una sopa de su propio chocolate el putito, digo, al patito ese.
Ahí se quedan los dos alabándose uno al otro como verdaderos idiotas; adiós y hasta nunca.

Anónimo dijo...

¡Ah! y se me olvidó hacer la ultima burla, el pendejo este tiene delirio de Han Christian Andersen ja ja ja ja jo jo jo jo jooooooo juar juar juaaaaarrrrrrrr, pobre huey.

;) El Santo.

Dr. Gonzo dijo...

Hay algo en este texto que me hizo sentir fuerza narrativa, pero la narración, según entiendo, se fortalece por medio de descripciones y tú te brincas muchas cosas. Finalmente, la historia se estereotipa terriblemente, pero he de rescatar al personaje que por momentos es muy sólido. Creo que es cosa de una pulida en serio en el trazo de tus personajes (que no es fácil, cierto) y saber instalarlos en el lugar adecuado.

Malhechecito dijo...

Bueno chamacones, gracias a todos, muchas gracias tambien por la invitacion al blog, tenia mucho sin escribir y la verdad que este texto lo hice a la carrera, espero mejorar ya que para eso estamos, saludos a todos.