Las gotas mojando su rostro encendido
desmentían los gritos incoherentes, apenas audibles entre el bullicio y las
oleadas de alcohol. Un olor salvaje penetraba el lado oscuro de la calle
provocando risas inoportunas y pasos
disparatados. Sólo se quedó ahí, fingiendo
ademanes para ocultar sus lágrimas bajo la piel.
Nunca antes las calles le habían
parecido tan largas ni el silencio tan violentamente interrumpido, menos en una
de esas noches en las que la conciencia se
ve ofuscada por las horas y las palabras comienzan a sentirse sobre los hombros
con su peso más vivo. Ahora estaba seguro: dedicarse a reír fue su más cobarde
elección.
4 comentarios:
Cortito pero lleno de imágenes y sentimientos e ideas fuertes. El final: una cachetada del destino a mi modo de ver. Muy bien.
Saludos
Aw, amé el final.
Me gustó este post, en especial el segundo párrafo.
De repente siento que adjetivizas mucho, pero también creo que es parte de tu estilo.
Saludos fríos.
=)
No puedo ser tan concreta al escribir, por lo tanto admiro a quien tiene esa habilidad. Por otra parte, me gusta tu estilo. A veces piensan que ser payaso es sencillo, bien llevado el tema. :D
Siracusa Jones
Es dramático y desgarrador con las palabras precisas y la dirección sin rodeos, me gustó mucho.
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