miércoles, 4 de abril de 2012


Avanzaba la procesión por los caminos de terracería del rancho denominado Huizatarito municipio de Abasolo en el estado de Guanajuato, como cada mes de enero, se podía observar a la gente casi toda vestida de la misma manera, los hombres con su ropa de manta, sombrero y frazadas para cubrirse del frío atroz que golpea sin piedad la cara a campo abierto, las mujeres vestían faldas amponas tipo enaguas y rebozos grises, el rumbo que tomaban era hacia el estado de Jalisco a visitar a la virgen de la Candelaria, el peregrinar duraba exactamente una semana y el recorrido empezaba en la madrugada a eso de las tres, cuatro camionetas desvencijadas avanzaban delante de la procesión, detrás de las mismas, la gente anciana, la cual acudía con cierta fe a pagar alguna manda prometida a la misma virgen, en su andar unos expiaban sus culpas cantando canticos a Dios, a Juan Dieguito o algún otro santo de su devoción. Hasta lo último de la multitud iba la gente más joven, los pubertos y niños, los cuales no tomaban la fe tan en serio, muchos de ellos iban solo por diversión y la emoción que proporcionaban las caminatas de noche.
En los momentos de descanso y al caer la noche, la abuela Alejandra contaba cuentos mágicos, cuentos de brujas, gente que se convertía en polvo, otros que se hacían serpientes todo por no obedecer a sus padres, el miedo hacia que todos los mocosos abrieran los ojos grandes cuales platos por el asombro.
Contaba la abuela que había una piedra con figura de un sacerdote en algún punto más adelante del cerro, según la leyenda, el sacerdote había vociferado contra de Dios en algún momento en que sus piernas ya no respondieron y no pudo llevar a cabo la promesa de llegar hasta los atrios del templo sagrado, al haber vociferado, Dios mandó como castigo que se convirtiera en piedra, los niños siempre esperaban ver la figura mentada , por lo cual cuando llegaban al lugar mas o menos indicado por la abuela, preguntaban ¿Dónde estaba la piedra del sacerdote abuelita? La abuela siempre les decía: Ay hijitos, la figura del sacerdote hace rato la pasamos, ¿No se dieron cuenta?


2 comentarios:

Malhechecito dijo...

Perdon chamacos, ando a las carreras, mucho corre, corre, si se me pasaron algunas faltas, puntos o comas, ahi disculpen.

Pato

la MaLquEridA dijo...

Jeje esos cuentos de la abuela son muy buenos.

Por acá, por la carretera a Toluca, también existe una piedra de un sacerdote que vociferó contra dios y no, yo tampoco la he visto.


Saludos Patricio.