miércoles, 9 de mayo de 2012

En la misma ciudad


Si yo fuera vagabunda, pediría una ciudad con ríos, lagos, mar y volcán en un mismo sitio, esa ciudad sería Colima, donde los cocos y los mangos tapizan los jardínes, donde no hay mejor lugar para perderse, que en las fauces del volcán. Donde el baño y la picazón de mi piel no serían problema, pues verán, aún en los riachuelos que se internan en la mancha de concreto, hay momento para refrescarse, para tirarse sobre la hierba crecida pero mansa.
Caminaría kilómetros hasta llegar a Cuyutlán, haría gracias a los turistas, que ya de por sí, sentirían pena y risa por mi enmarañado atuendo; juntaría papelitos, todos, muchos, me fabricaría una historia, la que no he encontrado.
Comería las palomas –tantas y tan gordas– que abarrotan la plazuela, fabricaría jugosas brochetas, alternándolas, quizá, con colas de lagartija; las ofrecería como recuerdo: -¡Lleve colas de lagartija, verdes y retorcidas! Correría tras los niños para asustarlos, hasta que de sus gritos brotara un caramelo, un chicle aún con sabor; luego sus madres, como leonas furiosas se abalanzarían sobre mí; yo me iría dando brincos, haciendo bombetas, me lo permitiría. Esa licencia, la de huir sin despedirse, sin echar raíces, sólo cargándome de un camino a otro, sería mi tesoro, el único.


3 comentarios:

Dr. Gonzo dijo...

Esto es una verdadera imagen de lo que una vagabunda enloquecida haría. Cada quién marca sus pautas, aunque sí lo sentí flojo, con todo y que usas tu sello distintivo.

ferrrioni dijo...

Son las ganas de enloquecer que todos tenemos. Yo me establecería en una playa de Costa Rica. C.A. tal vez Puerto Limón, donde los chimoleros no me fastidiarían.
:)

Unknown dijo...

Definitivamente correria a esconder al chulo ...le dirían:ahí viene tú tía la loca.