Año 2140.
- ¿Sabías que hay sectas apocalípticas viviendo en Marte?
- Mmm... Si. La versión
"oficial" dice que en total ascetismo (¡Ja!). Abandonaron la tierra
porque según ellos ya no era un buen lugar para purificarse... Lo que me hace
gracia de esta idea, es que tiene su origen en un grupo de inversionistas pertenecientes al proyecto
colonizador de la NASA. Aquí a la redacción de la Gaceta terrestre llego un
reportaje con esa información, pero no recibí tarjeta verde para publicarlo...
Así es el periodismo del siglo XXII ¡La misma basura de siempre!
- Antes de que empieces a
quejarte de las restricciones a nuestra profesión y bla, bla, bla ¿Podrías
ponerme al día con esa historia?
- Ok, pero luego oirás todas mis
protestas ¿De acuerdo?... Originalmente la intención era construir en Marte una
pequeña ciudad científica muy similar a la que ya había en la luna (eso fue
entre las décadas del 2060 y 2080 si mal no recuerdo). Pero en esa ocasión, los
dueños de los fajos de billetes exigieron una retribución más inmediata por sus
anteriores aportaciones a la conquista del espacio. Fue así que optaron por una
construcción más rentable: hacer un enorme fraccionamiento marciano para
ricachones y celebridades de moda (casi una exótica metrópoli). Los que no
pudieran costearlo, tendrían la alternativa de rentar las instalaciones por
temporadas.
Obviamente al principio todo
mundo estaba entusiasmado, sin embargo, al hacer los primeros recorridos
comerciales para dar a conocer el complejo, el negocio no cuajo ¡Demasiado caro
para estar solamente encerrado en un inhóspito desierto rojo! A eso hay que
sumarle el viaje de meses para llegar allí y el no menos anhelado regreso. Mala
planeación definitivamente, empero, con los capitalistas siempre hay manera de
darle la vuelta a las pifias (aunque en esa oportunidad no fuera precisamente
por un arranque de genialidad visionaria). Tres miembros importantes del
consejo administrativo, en privado pertenecían a cultos ortodoxos de
misantropía espiritual (junta todo lo malo del cristianismo y el Islam y aun
así no tendrás ni puta idea de lo que se trata). Y ellos, influenciados por el
guía principal de su religión, cambiaron la oferta por la de un lugar de retiro
y paz. De todo el orbe brotaron cientos de peticiones de distintas sectas
elitista y en menos de lo que te cuento ¡Inversión recuperada!
- ¿Final feliz?
- ¡Claro que no! ¿Qué crees que
iba a suceder si metes en una pequeña ciudad cultos de diversa índole? El lugar
que supuestamente iba a ser la antesala al paraíso es hoy el infierno de Dante.
Con nosotros los hombres a donde quiera que vayamos, el tigre va en la maleta. Olvida
lo que conoces históricamente de esta clase de conflictos, olvídate de las
cruzadas, de israelís y palestinos, de sunitas y chiitas, etc. Lo que hay ahí
en Marte, no lo ha habido jamás en la tierra. Tanto en túneles como en las
calles, todo lugar es un siniestro nosocomio, una pesadilla de mesías y
demonios. Surreal no es la palabra que describa ese inframundo. No es la gente
descompuesta física y mentalmente lo que podría quebrarte, no son las calles
llenas de mierda con representaciones retorcidas de todos los dioses lo que
aterra ¡Es lo que ahí se escucha lo que aniquila! ¿Sabías que un niño deformado
por la polio y que solo se expresa en parábolas tiene más de 5 mil adeptos?... Es
como un sanatorio endiablado. Eso y más encuentras en Marte, el mundo del
miedo..
- Yo tan amante de la ciencia
ficción y sin poder cumplir mí sueño de viajar al mítico planeta rojo
- ¿Te presto mi edición especial
de las crónicas marcianas de Ray Bradbury?
- ¡Por favor!
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