- ¿Podría presentarse a nuestros radioescuchas por favor?
- Hola ¿Qué tal? Mi nombre es Dick Vergcock (un seudónimo como pueden
notar) y soy guionista de cine porno y erótico.
- Muchas gracias por aceptar nuestra invitación a "Pervertidos y
orgullos" del 69 AM, señor Vergcock. Vayamos al punto G de esta entrevista
¿Algún director le ha rechazado alguna idea? Usted es muy conocido por sus
planteamientos fuera de lo convencional.
- Bueno, en una ocasión inverosímil de sequía de ofertas de trabajo en producciones
heterosexuales para adultos (¿Acaso las hay para niños?), me vi en la
"penosa" necesidad de acudir a la industria del cine gay. Ahí propuse
yo muy quitado de la pena, una escena donde un Padre preguntara a su confesor "¿Te
arrepientes de tus pecados?", y en consecuencia el otro personaje contestara
"Yo no me arrepiento de nada". Acto seguido, sugerí que el
irredimible penitente se bajara el cierre y metiera por la ventanilla del
confesionario, su enorme bicho. Luego de una expresión de asombro por parte del
cura ante el tamaño del animalejo, ¡Voala! Que comenzara una salvaje felación
de antología. No apenas había puesto en papel esta secuencia, cuando ya me estaban
despidiendo ¿Motivo o razón? El marica del director recién se había convertido
al cristianismo, y en sus palabras: "No quería blasfemias en la
película"... de seguro las hacía en la cama con tres negros, pensé yo,
pero mejor preferí quedarme callado y regresar a lo mío: muchachas feas adineradas
conocen a travestís con problemas financieros, estos las violan y luego las
avientan desde un coche en movimiento en una avenida transitada.
- Y todo eso para quitarles los billetes ¿Verdad?
- No, solo lo hacen por diversión, terminan igual de pobres pero
satisfechos de haber realizado un servicio a la sociedad. Mi saga lleva por nombre
"Travestismo justiciero" y van seis entregas.
- ¿Por qué ese odio y repulsión a la fealdad femenina en sus historias
señor Dick?
- Mi madre, que Dios me perdone (aunque a veces pienso debería ser al revés)
parecía la suela de un zapato viejo después de haber pisado estiércol. La gente
se ponía a la defensiva solo al verla pasar, lo perros se peleaban y los niños aun
de brazos, inexplicablemente se ponían de pie y huían. Nunca lo supere, así que
me cree esta fantasía como una acción de jurisprudencia personal.
- Bueno, a veces esas experiencias desagradables nos ayudan a descubrir
nuestra verdadera vocación, en su caso, pues resulto ser su talento para la
narrativa barata y de mal gusto dirigida a públicos incansablemente degenerados
como la gente que nos escucha. Por cierto, tenemos una llamada de uno de sus fans
¡Sí! bueno? ¿Quién carajos es usted?
- Hola, me llamo Jimmy Puñetas y tengo 15 años. Soy seguidor del trabajo
puerco del señor Dick desde su debut en "Peludas y pelones: tengo vagina y
también cojones". Aaah, estoy muy nervioso ¡Diablos! ¿Qué debo hacer para
escribir como usted Vergcock?
- Dejar de exprimirte los barros y salir a cazar historias hijo. Yo a
tu edad ya no me la estrangulaba, me iba a los prostíbulos más peligrosos de la
ciudad... y luego regresaba a casa derrotado porque no me dejaban entrar debido
a lo corto de mi edad. Entonces lo que hacía, era irme a las avenidas y besarme
con los putos como lo haría con la mujer de mis sueños. De ahí mi gusto por los travestís, me dieron alivio cuando todo lo demás cobraba más caro. Pero viví
muchacho ¡Viví!
- Bien, tenemos otra llamada en el conmutador ¿Si? ¿Adelante? ¿O atrás?
- ¿Papá? ¿Estás ahí? Que dice mi mamá que no se te olvide la leche para
la ce...
- Oooh, perdón Dick, tu sabes que esto es en vivo y a veces se cruzan
las líneas... ¡Ahora sí! ¿Qué quieres desgraciado? Habla
- Hola señor Vergcock, soy un gran admirador de sus relatos. Que
lastima que no pudo concretar esa puesta gay del padre en el confesionario, me
hubiera encantado verla.
- Oiga, su voz se me hace familiar... ¿¡Padre Agustín!? ¿Es usted?
- ¡No! ¡No soy yo! ¿Cómo se atreve?
- Pero si acabo de oírle en el pésimo sermón del domingo pasado ¿Cómo
no va a ser usted?... ¿De verdad le gustan mis películas?
- Si! ¡Digo no! Bueno, me han contado, pero yo sería incapaz ¡Pero ya
le dije que yo no soy ese tal Agustín! Soy otro cura ¡Ay Dios mío! ¿Pero que
estoy diciendo?
- ¡Aja!, Entonces acepta que es un eclesiástico ¡Ya lo escucharon
amigos! Hasta los religiosos mas tímidos se animan a llamar a nuestra cabina ¿Podría
recomendarnos con su rebaño en la próxima homilía?
- Bueno, habría que dejar una limosna más generosa, pero... ¡Cállese!
Yo no soy cura ni soy nada ¡No vuelva a llamar a mi parroquia o se meterá en
problemas!
- Mierda, se me olvido decirle que tenemos identificador de llamadas y
por ser la número mil, ganaba de premio un privado con un enano cogedor de
Chihuahuas, en fin ¿Que concluimos de todo esto señor Dick?
- No, pues no sé, estoy muy confundido. Supongo que hay terminar con algún
consejo practico para todos aquellos quienes deseen iniciarse en el apasionante
mundo del guionismo pornográfico... mmm, sean felices y no se arrepientan de
nada.
- Señoras y señores, el fue Dick Vergcock ¡Que los arrolle un tren y hasta
la próxima!
2 comentarios:
Divertido, humor negro delirante. Lastima que el blog este tan olvidado.
Dark
Hola ROS donde estes, espero seas feliz
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