Ayer amaneció…
Soñábamos,
con el estomago roto y la carencia al ras del cuerpo, con los dedos fríos, el ánimo
roto, los pies entre mezclados sobre un suelo tan conocido, tan parejo. Burlándonos de todo, del orgullo taciturno, del amor hacia
lo imposible, arrancándonos las costras, partiéndonos de dos en dos.
Todo es
sobre el amor, que como piedra, repetidamente nos ha quebrado las rodillas, nos
ha llevado cuesta abajo, buscando algún lugar que nos espere hasta el final de
nuestras noches, llegando hasta aquí, encontrándonos en brazos sobre brazos…
soñando otra vez.
Hoy, de nuevo
anochece.
4 comentarios:
Lo leí sucio y cínico y erótico y nostálgico a la vez, justo como encuentro tu estilo. A veces trato de entender línea por línea, pero alguien decía que la poesía no se entiende, se disfruta, y yo la he disfrutado.
Me hizo "ruido" el roto-roto, tan cerca el uno del otro.
Ros
La noche también es un día que se vive en sueños. El día es el medio para ensoñarse a uno mismo, entonces... soñamos todo el tiempo sin darnos cuenta, incluso soñamos que estamos despiertos ¡Ja! Tus escritos hacen escribir a quien te lee. Por ende eso es signo de una buena destreza. Quisiera hacer una crítica pero el sabor de las frases me confunde. Es redondo y con eso basta.
No entendí la parte del amor en lo cotidiano. Como comentó Ros, creo que lo estoy leyendo demasiado literal.
Saludos.
El amor, vida y rutina. Y así día tras día.
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