viernes, 13 de mayo de 2011


La película que cambió mi vida, fue precisamente la primera y última que filme; por cierto, ni siquiera estuve en ella desde el principio, si no justamente de la mitad al final.

Fueron las circunstancias de años las que me llevaron a esa situación, secretamente lo deseaba, lo pensaba constantemente, soñaba con ser el protagonista de todas las historias, admirado, respetado, pero a la vez negaba esas pretensiones y me conformaba con estar detrás.
Así fue por mucho tiempo, estar detrás de mi hermano gemelo, la estrella principal del cine nacional, el galán en todas las películas importantes y también en algunas tremendamente insoportables, insulsas, verdaderos desperdicios de recursos y tiempo, pero él jamás se negaba a participar en cualquier cosa que le ofrecieran, su ego no le permitía estar fuera de los sets de filmación, en los estudios de televisión, aceptaba hacer todo tipo de comerciales o jingles en la radio para lo que fuera, no le importaba, él únicamente pensaba en tener más dinero, más presencia en los medios, ser el foco de atención, salir en la sección de sociales de todos los periódicos, en las portadas de las revistas debido a sus múltiples amoríos, todos pasajeros, pues le agradaba sobremanera ser considerado un Casanova, el soltero inalcanzable, el amante incansable, cosa que a las mujeres parecía no molestarles, se morían por estar a su lado, ser vistas con él en las fiestas o en eventos de cualquier índole, el punto era figurar y la prensa siempre ávida de material para llenar sus publicaciones, no dejaban pasar oportunidad de seguirlo a todos lados, pues sabían que siempre daría la nota, cada ocasión acompañado por una mujer diferente, muchas veces totalmente desconocidas, aprovechando la oportunidad para vivir un momento de fama, al lado del hombre más famoso del país.
Marcial Corona, era su nombre artístico, Gustavo en la vida real, el gran actor, el gran farsante y yo, Rodolfo, más cobarde que él, tapando todos sus atropellos y excesos, con tal de mantener su estilo de vida, su fama ficticia, pues si en esos días se hubiera sabido la verdad, todo se habría acabado; encima yo debía cumplir la promesa que le hice a mamá de cuidar a mi hermano a como diera lugar.
¿Por qué me obligue a ser comparsa de su vida extravagante, hipócrita y violenta? Desde niños así fueron las cosas, el metiéndose en problemas y yo ayudándolo a salir bien librado; cosas de hermanos. Al principio nada importante, algunas travesuras sin grandes consecuencias, aumentando el riesgo con los años y yo siempre detrás de él, soportándolo; además me grabé a fuego en la mente las palabras de mi madre, recordándome a cada rato la responsabilidad con mi hermano, simplemente porque así lo decidió ella, desde nuestra infancia. No éramos muy distintos físicamente, sus ojos cafés un poco más claros que los míos, además provisto desde pequeño de esa falsa seguridad que Mamá le inculco, celebrándole todas sus locuras y sabiendo que yo estaría con él para apoyarlo en todo lo que hiciera; el cómplice ideal, callado y eficiente.
Seguramente nada de esto se habría sabido si yo no hubiera tomado la identidad de mi hermano luego de su desaparición, pero las cosas pasaron demasiado rápido, se salieron de control. Yo seguiría siendo la sombra de mi hermano y él proseguiría  en su falsa historia, con su histrionismo permanente, con ese personaje que creó para si, representándolo en todo momento y en todas partes.
No voy a confirmar ni a negar lo que se anda hablando acerca de mi hermano y su consentimiento al homosexualismo en el inicio de su carrera, el alcoholismo, su afición a las drogas fuertes, sus abusos contra muchas mujeres, el uso constante de los contactos en el medio político para sacarlo de problemas; era un temerario y a la vez un canalla, solamente un fanfarrón, se acostumbró a que nadie lo tocará, nadie podía ponerle una mano encima a pesar de lo que hiciera, era muy ingrato y esa ingratitud fue el motivo de su muerte.
Hubiéramos continuado así por años, pero olvido la lealtad hacia la persona que más se preocupaba por él, haciendo burla de todo el tiempo que procuré su bienestar.
Esta es la historia.
En el mes de abril del año ’64, durante la filmación de un comercial para una marca de  refrescos, conocí a una chica que participaba en dicha filmación al lado de Gustavo, al contrario de otras muchachitas, ella no se mostro atraída por el gran actor, era más bien tímida, evitaba estar dentro del grupo de personas que se desvivían por atender y adular a mi hermano. Eso llamó mi atención y me acerque a ella, congeniamos inmediatamente, después de unos días comenzamos a salir, en pocos meses nos hicimos novios. Ella tenía planeado hacerse cantante, tomaba clases, buscaba con muchas ganas trabajar en centros nocturnos, restaurantes y yo hacía lo posible por conseguirle una oportunidad en la radio, usando los contactos de mi hermano. Aurora, mi novia, tomo la decisión de viajar a Italia, para seguir preparándose y regresar en unos años para dedicarse a consolidar una carrera aquí; me decía que había dos cosas que quería en esa etapa de su vida: convertirse en una cantante famosa y casarse conmigo, me pidió que viajara con ella, pero yo no tuve las agallas para dejar a mi hermano, yo traté de convencerla para que continuara sus planes sin salir del país, pero ella estaba convencida de que prepararse en el extranjero era lo mejor para sus planes. Se marchó y yo seguí en lo mismo, ser la sombra de Marcial Corona, estar al pendiente de todos sus asuntos, sacarlo de problemas, mantener limpio su nombre, administrar su fortuna para que no la malgastara en sus excesos, tratar de frenar un poco sus impulsos que se volvían cada vez más violentos, más inconscientes, esa doble vida desconcertaba a todos los que estábamos cerca de él, por una parte muy cumplido en su trabajo, no faltaba a ningún compromiso y buscaba a toda costa figurar; por otro lado trasnochaba casi a diario, entre alcohol, drogas, mujeres y más problemas. Así pasaron más de diez años, hasta que llego al país Audrey.
Aurora regresó, convertida en una mujer bella y glamorosa, realizó su ilusión de ser cantante, durante esos años hizo giras por Europa, con mucho éxito; interpretaba en italiano y francés, lo que aquí era una novedad. Perdí contacto con ella después de un par de años luego de su partida, pero me entere que preguntaba por mí desde que volvió, eso reavivo mis esperanzas de darle un poco de color a la monotonía de la vida que llevaba yo en esos días. Por fin, se iba a dar la ocasión de encontrarnos, se organizó una fiesta en honor de Audrey, asistió mucha gente del medio artístico, por supuesto no podía faltar el imprescindible Marcial Corona; yo me sentía muy excitado en espera de volver a ver a Aurora, pensando que reiniciaríamos nuestro noviazgo, había hecho mucho planes en mi cabeza, pensando que estaríamos juntos. Me la pase varios días platicándole a Gustavo lo que pensaba hacer cuando me reencontrara con Aurora, él no la recordaba, ni parecían importarle mucho mis proyectos. Cuando entramos al lugar donde se daba la fiesta Aurora me vio, inmediatamente dejo a las personas con las que platicaba en ese momento y se dirigió hacia mí, pero Gustavo se me adelantó captando la atención de Aurora, fueron rodeados rápidamente por un enjambre de reporteros, fotógrafos e invitados que comentaban lo bien que se veían ellos dos juntos; fue un gran golpe para mi amor propio, de por si disminuido, darme cuenta de la satisfacción de Aurora al estar junto al gran actor, eso sería sin duda el espaldarazo que su carrera necesitaba. Nunca como esa vez me sentí fuera de lugar, totalmente ignorado; aprisa abandoné el sitio. Las siguientes semanas las pasé encerrado en casa, no atendía ninguna llamada, ni recibía a nadie; mi hermano me buscaba constantemente, pero lo rechazaba, recluido en mi habitación. Se genero un cambio drástico en su comportamiento, suspendió las juergas, pasaba todo el tiempo al lado de Aurora, en las revistas y programas de televisión se rumoraba que se habían comprometido a los pocos días de haberse conocido. Yo evitaba lo más posible enterarme de todo lo relacionado con ellos, entonces tomé la decisión de largarme y dejar a Gustavo definitivamente. Una tarde en que mi hermano se encontraba fuera de casa, preparé mis cosas para irme, estaba subiéndolas a uno de los autos cuando ellos llegaron, se acercaron y comenzó el fatal desenlace. Gustavo y Aurora venían acompañados por un productor, los tres estaban un poco ebrios, él comenzó a reclamarme que en las últimas semanas yo me había desocupado de sus asuntos, pero afortunadamente tenía ya a otra persona a cargo de todo; no me importó escuchar eso, pero burlonamente me confirmaron que se iban a casar. Al verlos reír enfrente de mí, besándose y abrazándose, sentí la ira apoderarse de mi voluntad, me transfiguré entre una mezcla de pena y coraje, el productor intervino para decir que ese momento sería una buena escena para la película que estaban filmando. Gustavo me explicó entre risas que había tenido la genial ocurrencia de proponer un guión acerca de su vida, todas sus vivencias desde el inicio hasta la actualidad y la manera en que se había quedado con la mujer que su propio hermano amaba. Le pregunté si en la película incluía la verdad acerca de sus relaciones con los hombres que le habían ayudado a consolidar su carrera, si proyectaría en pantalla sus vicios y perversiones, los abusos contra muchas de las mujeres que se acercaron a él durante todos estos años, embelesadas por sus actuaciones y que descubrían la brutalidad de un hombre arrogante y licencioso. Logré enfurecerlo, me golpeó en la cara haciéndome caer, Aurora se acercó para decirme que estaba loco al haber creído en la posibilidad de volver a estar junto a ella, me echo en cara mi cobardía al no acompañarla cuando me lo pidió, me dijo que a pesar de lo que yo pensara ella amaba a Gustavo y se convertiría en su mujer. Seguían riendo los tres, me paré con la única intención de meterme al auto e irme, pero Gustavo mencionó la promesa que yo le había hecho a nuestra madre, de estar siempre con él a pesar de todo, los recuerdos y las emociones se agolparon en mi mente nublándola por completo, vi mi vida entera desperdiciada por el absurdo designio de una mujer que prefirió envilecer a uno de sus hijos y esclavizar al otro. Recordé que en la guantera del auto Gustavo guardaba un revólver, impulsivamente lo tomé y sin mediar otra palabra disparé dos veces contra Marcial Corona, Audrey emitió la nota más alta de su carrera en un grito desesperado y ese sonido fue el ultimo que salió de su boca; también le asesté dos tiros, sus cuerpos quedaron teatralmente uno encima del otro, el productor miraba atónito la escena, seguramente pensaba incluirla en la película. Lo obligué a ayudarme a meter los cuerpos a la cajuela, después lo amenacé para que condujera. Salimos de la casa hacia las afueras de la ciudad, hasta que creí estar lo suficientemente lejos y en lugar muy solitario, bajamos los cuerpos y los arrojamos a un barranco. Instantáneamente me surgió la idea de usurpar la identidad de Marcial Corona, terminar la película y sentir en carne propia la satisfacción de ser querido por tanta gente. Informé al productor de mis planes, el sería desde ese momento mi cómplice, bajo amenaza de ser inculpado del crimen, no dudaría en usar todos los medios para hacerlo pasar por el asesino. Así pasaron unos meses en los que di rienda suelta a mis instintos, entre la grabación de las escenas finales de la película y los eventos sociales, fiestas, juergas interminables y noches enteras rodeado de bellas mujeres, apurando todos los vicios y placeres posibles. Mi intención era vivir la vida que siempre sentí me habían robado, pero en el fondo sabía que no era así, yo era diferente, las cosas debían hacerse de la manera correcta, entonces el día del estreno me entregué y confesé la verdad.
Transcripción de la entrevista grabada, concedida al reportero Gumersindo Gómez, por el Sr. Rodolfo Rivadeneira del Campo, asesino confeso del Sr. Gustavo Rivadeneira del Campo y Aurora Andrade Rojas, actor y cantante respectivamente, mejor conocidos como Marcial Corona y Audrey.

12 comentarios:

Dr. Gonzo dijo...

¿O sea que los dos hermanos se llamaban Gustavo?
Me gustó la historia más en el final, en los primeros párrafos es fácil imaginarse qué sucederá después, como una canción de Arjona.
El desenlace es lo que mejor quedó, aunque el desarrollo de otros pasajes como la usurpación, le habría caído de perlas.
Chido relato, se lee rápido y atrapa.

Anónimo dijo...

Buena Historia, para leerse seguidito!

Saludos

la MaLquEridA dijo...

Emmmm... este... ¿y mi post? no está y tiemblo de coraje, me voy a calmar y regreso.

Unknown dijo...

me perdí con lo de los nombres iguales....

Unknown dijo...

Me equivoqué en lo de los nombres solamente en el párrafo final. Ya quedó corregido.
Por cierto no me gusto la comparación con Arjona.

NTQVCA dijo...

Ni a mí me gusta Arjona...en fin que ese no es el caso, como una pequeña novela con todos los puntos para atraparte, lo que más me gustó es que no te había leído algo así Pherro.

NTQVCA dijo...

Sorry, continuo aquí, aunque todo me parece bastante bien maquinado, el final me parece un poco apresurado y sacado de la manga. :)

Ros dijo...

Ta' chida tu idea, el giro que le diste al temita.
Cuando entré a tu post dije: pffff, qué extenso, pero esta historia me mantuvo atenta, sobre todo por tu estilo de narrar.

Dr. Gonzo dijo...

Bueno, disculpa si la comparación fue tan brutal pero fue intencional. Me refiero a lo predecible que es una rola de Arjona y lo cité porque precisamente tenía de fondo - involuntario - a Arjona y casi podía adivinar lo que seguía en sus versos. Pero está bien, la idea es que en los primeros párrafos imaginaba lo que continuaría, pero en los últimos no y eso me mantuvo interesado. Mira, para que no te suene tan feo, digamos que es una historia arquetípica en la cual se cumplen los ciclos de dichos arquetipos hasta llegar a la deconstrucción final del personaje principal.
Eso suena mejor que lo de Arjona ¿verdad?

la MaLquEridA dijo...

Era predecible el final de la historia lo mejor de todo fue que dio un giro y eso salvó el texto.

Capitan TINTASANGRE dijo...

muuy larga...si. pero entretenida también.
coincido en que la historia es predecible.

pero no le quito merito a tu trabajo.

quiza te falto espacio ya que al inicio lleva un ritmo y se acelera.

Vergónides de Coock dijo...

LEYENDO LOS COMENTARIOS DEL CAPITÁN, CREO QUE DE AHORA EN ADELANTE ME ABSTENDRÉ EN COMENTAR, YA QUE EL CAPITÁN LO HARÁ X MÍ. CUALQUIER COSA CAPTAIN DIXIT.