sábado, 7 de abril de 2012

EL ARRIERO



La historia del arriero la escuché una noche de luz a medias mientras mi abuelo nos entretenía, a los entonces cuatro nietos, antes de irnos a dormir. No sé si fue para hacernos pasar un rato agradable o simplemente por continuar con la tradición oral y contarnos las historias él le escuchó de joven; el punto fue que los cuatro niños no pudimos dormir tranquilos esa noche y mucho menos acercarnos al río durante varios días.

Esa historia me marcó para siempre. Incluso ahora cuando tengo la oportunidad de entrar en las aguas del Marabasco  me acuerdo del arriero fantasma que en las noches baja del cerro maltratando sus mulas mientras todo el ambiente se torna lúgubre y triste.

Aún tengo dudas respecto a la procedencia de la fortuna del único hombre que se atrevió a invocarlo. Según mi abuelo el arriero le dijo donde había dinero “Ahí donde deambula el ánima” para ser exactos. 

Después de él, nadie ha tenido la osadía de tener esa espectral aventura y creo que nadie lo hará, al menos mientras la leyenda siga viva y llene de terror a todos aquellos que al ponerse el sol se queden en la soledad y en la calma del río, fiel testigo de las historias que siguen transmitiéndose a viva voz.

1 comentario:

Dr. Gonzo dijo...

Creo que es su sonido vivencial lo que me atrajo, se pueden encontrar imágenes interesantes pero no sé si tenga que ver con esto tan especial que para muchos si no es que todos los que escribieron en este tema, fue más rememorar encontrando un lenguaje alterno, pasando las palabras de sus abuelos en estos escritos.