Mis pasos apartan la basura casi sin
darse cuenta, creo que con los años se han ido acostumbrando a la suciedad. A
veces prefiero seguir mi rumbo, siempre con mi lado más vil en alto demostrando
mi verdadera humanidad. No me gustan las personas, son
incompletas y extrañas, por eso prefiero quedarme quieto y reírme sigilosamente
cuando les incomoda mi presencia tan banal pero tan realista.
Ninguno de ellos es capaz de vencer su hipocresía. Yo lo hice solo, a fuerza de golpes, desvaríos, sangre y miedo...qué bellas remembranzas. Creo que en el
fondo no somos tan diferentes, el problema es esa cosa llamada decencia.
4 comentarios:
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Me uno al me gusta.
Que buena idea en tan corto pedacito. Me movió.
Un placer, :)
Ya le di un par de leidas y considero que existe un hueco en la secuencia de la escritura, aunque logra transmitirme la inquietud del tipo. Al menos es más sobrio que lo que yo escribí.
Saludos parienta...pulgar arriba.
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