jueves, 29 de noviembre de 2012


-Reg ¿qué vas a hacer cuando seas humano?
-No lo sé Ret, no he considerado las posibilidades.
-¿Por qué no simplemente te dejas aplastar o comes el veneno, como lo hacemos todas?
-Esa es mi elección, quiero evolucionar.
-¿No tienes miedo?
-Sí, pero quiero dar ese paso.
-Estoy molesta contigo, no entiendo por qué no te limitas a ser lo que somos, tenemos todo lo que queremos, podemos ir a cualquier lugar, nuestra comunidad es numerosa.
-Tú crees que debo conformarme con comer y reproducirme, renunciar a la esperanza de algo distinto; yo creo que tenemos derecho a la aspiración de transformarnos.
-¿Cómo sabes si al convertirte en humano la situación será diferente? Quiero decir, dejar de escapar, no tener que esconderte, vivir sin que tu vida peligre a cada momento.
-Por eso quiero tomar esa opción, me atrae la incertidumbre. No te dejes pisotear, ni mueras ahogada por ese rocío que nos asfixia, no caigas en esas oscuras trampas que nos ciegan más de lo que ya estamos. Vamos Ret, da el salto conmigo, el fuego nos va a recibir, el fuego es el umbral hacia la nueva existencia.
-Siento mucho miedo, Reg.
-Decídete Ret, los humanos de esta casa están listos para acabar con nosotras, llevan varios días preparando la Gran Fumigación.
-Por eso quiero convencerte de que vengas Reg, también estamos preparadas para emigrar a otra casa. No me parece razonable que quieras arrojarte vivo al fuego y luego de eso te volverás humano ¿por qué lo crees, cómo lo sabes?
- No lo sé, pero estoy convencido de que será así.
-¿Tendremos consciencia después del cambio?
- Tampoco recuerdo lo que fui antes de ser cucaracha ¿de qué nos serviría esa memoria?
-Ve tú solo, luchas contra tu destino, no creo que eso sea bueno. Adiós Reg.
-Hasta luego Ret.