lunes, 3 de diciembre de 2012

BUKKAKE



Enciendo la bombilla roja de la habitación ¡Bienvenido a mi pornoteca! Cada domingo después de misa, abro las puertas a mi paraíso personal... y me doy un banquete. Presiono el botón de play en tres controles distintos para ver tres películas al mismo tiempo. Seis horas después, soy un amasijo de convulsiones, asco... y náusea. Trato de detener los temblores sujetando mis brazos. Solo queda un vació infernal y en estas circunstancias, no hay manera de provocarse el vomito, tengo resaca física y ¿Existencial? Recojo la sotana que deje tirada afuera del cuarto... la necesitare otra vez para dar mi sermón dentro de siete días. Babeante, me quedo dormido.

Epílogo:

Estoy en el confesionario leyendo un artículo sobre el mito japonés del Bukkake. Una práctica, donde se enterraba a una mujer hasta el cuello y varios hombres alrededor eyaculaban en su rostro. Nadie sabe históricamente si esto fue cierto... Lo que queda de mí, posterior a un atracón, es una mujer asiática cubierta hasta la barbilla de su propio excremento moral, con esperma de berraco* en la cara: el mío.

*Porcino sin esterilizar o puerco semental.

1 comentario:

jfbmurcia dijo...

¡Joder con el curita!