El dulce favorito de él era un sofisticado chocolate con una pizca de
flor de sal; nada más placentero para su
paladar que ese exquisito bocadillo gourmet impregnado de toda la delicia del
chocolate y que en la última mordida sorprendía al gusto con un fino y único
toque de sal.
Ella estaba irremediablemente enamorada y disfrutaba consentirlo; se
escapó un día a la playa y se remojó en
mar hasta asegurarse que cuando él la besara, toda su piel y cabellos tuvieran una pincelada de sal. Luego se dirigió a la casa de él, se untó
delicadamente un poco de esas edible
creams sabor chocolate en las partes favoritas de su cuerpo y se tendió en la cama a esperarlo e impresionarlo con la nueva y mejorada
versión de su chocolate flor de sal.
5 comentarios:
Me gusta que en una misma cosa (chocolate flor de sal) conjugaste bien el tema, de hecho me gustó mucho el título, me parece hasta poético.
Me parece que este texto podría extenderse y darle un buen final.
Saludos.
Ros
Tremendo escrito, breve y conciso. Precisas los contenidos muy bien, aunque el final me sobró un poquito pero es sexy y tiene ese margen de dulzura en sus palabras bien escogidas.
Que hermoso nuevo 'chocolate flor de sal' Mariita, debió ser un delicioso manjar... Un manjar muy enamorado de su comensal.
La sal es la chispa de la vida y no la Coca-cola. Bonito relato. Lo bueno, si breve, dos veces bueno.
En mi opinión esta línea sale sobrando:
[...e impresionarlo con la nueva y mejorada versión de su chocolate flor de sal].
Sale sobrando porque es obvio que quiere impresionarlo y además ya sabemos que con una nueva y mejorada versión de su postre gourmet.
Saludos
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